Tal como habían adelantado a La Opinión, los vecinos levantaron el corte cuando les explicaron los alcances del convenio y les anunciaron que en 15 días estára el obrador para comenzar con los trabajos. La ruta quedó liberada tras tres días de interrupción del tránsito vehicular.

"Si vienen a dar  la cara las autoridades, a explicarnos el contrato que dicen que firmaron, vamos a evaluar levantar el corte de la ruta", le había dicho a La Opinión alrededor de las 12.00 Ramón Giménez, uon de los representantes de los vecinos que protestaban en Río Tala. Pasadas las 14.30, el propio talense confirmó que el corte se levantó.

"Vino Martín Baraybar a dar la cara y a explicarnos que dentro de 15 días el obrador va a estar funcionando", dijo el vecino a este medio. El Secretario de Gobierno se presentó en la localidad luego de que pasado el mediodía el intendente firmara el contrato con la empresa Grupo Farallon, adjudicataria de la obra de repavimentación de la ruta 1001.

"Es lo que estábamos esperando, que vinieran a explicarnos el contrato que firmaron con la empresa", señaló Giménez y aseguró que Baraybar "dio fe de que en 15 días van a estar trabajando". El representante de los vecinos agregó: "Esto nos da la tranquilidad para irnos a nuestras casas a esperar. Esto desgasta y no es fácil mantenerlo día tras día. Fueron varios días a pesar de todas las idas y vueltas".

"Decidimos levantar el corte en base a la firma del convenio con la empresa y en base al compromiso de Baraybar de que en 15 días estará el obrador para iniciar las obras. Nos dijo que no vinieron antes porque estaban trabajando en el convenio", señaló Giménez.

El corte comenzó el lunes a las 14.00 en Río Tala. Vecinos dispusieron ese día un piquete con quema de cubiertas que impedía el tránsito vehícular y obligó a desviar la circulación habitual de esa ruta hacia el otro acceso a San Pedro, por la 191.

El corte generó múltiples dificultades, entre ellas el riesgo de suspensión de las tareas en la fábrica Prear, que se quedó sin insumos y evaluaba esta mañana la suspensión de personal ante la necesidad de detener la producción, ya que no tenían cemento, aunque hoy habían dejado pasar camiones rumbo a esa planta.

"Lo bueno es que el pueblo una vez más se levantó y dejó en claro que la manera de hacer las cosas es como las pide el pueblo, sin promesas sino cumpliendo. El ciudadano común ya no creé en promesas. Esperemos que esto no se tenga que repetir", reflexionó Ramón Giménez.