La Rural Comodoro critica “Carnes para todos”

La Rural Comodoro critica “Carnes para todos”

El presidente de la Sociedad Rural de Comodoro Rivadavia, Raúl Merlo, cuestionó la metodología de venta a través del programa “Carnes para todos”, al criticar faltas a las normas de sanidad y comercialización. En otro orden, el dirigente cuestionó por igual al gobierno provincial y al nacional ante la falta de definiciones frente a la aplicación de los programas Repro y agilización de créditos de la ley ovina, entre otros temas. Y reiteró el pedido de actuaciones frente a la proliferación del guanaco.

“Nosotros criticamos el programa Carnes para todos desde varios puntos de vista –señaló Merlo-. En primer lugar desde el sanitario, porque hemos visto la forma en que se vende carne, porque viene un camión que estaciona en cualquier lado, abre sus puertas y empieza a vender. La gente no tiene libreta sanitaria, ni ropa adecuada ni mucho menos, controles bromatológicos municipales, porque si lo hicieran no lo permitirían. Los vendedores no usan guantes y además, desde el punto de vista de los impuestos que deben pagar, no tienen máquina de ticket, prácticamente es una venta en negro. Además de eso no me cabe duda de que no tienen controles de SENASA, que tantos problemas nos hacen a nosotros cuando tenemos que vender carne a un frigorífico, pero esta carne no tiene ningún control”. 

Para Merlo, “hacer propaganda política vendiendo carne barata en esas condiciones, con falta de pago de impuestos y condiciones de higiene y sanidad a costa de todo eso, es muy criticable”. Recordó además que desde la entidad se ha criticado enviado notas en queja por la venta de carne en lugares como “la saladita”, en tanto “ahora viene el Estado a hacer prácticamente lo mismo, entonces  nos parece una falta de cumplimiento del mínimo de leyes. Esa venta –continuó- además compite en forma desleal con los carniceros locales, que deben pagar un alquiler por el negocio en que se desempeñan, tienen que cumplir los requisitos que impone la AFIP, dar ticket, cobrar impuestos, inscribirse en la municipalidad, aceptar y adecuarse a los controles bromatológicos, pagar abasto, en fin… De esta manera, con un ´viva la pepa´ podría vender cualquiera. A nosotros, como parte de la cadena de comercialización de carnes, si bien estamos en la parte productiva, no nos parece bien que el estado baje el nivel de exigencia. Además el acostumbrarse a este tipo de venta de carnes hace incrementar indirectamente el abigeato”.

Robo de hacienda

En relación al tema del abigeato, indicó el ruralista que el problema continúa y “no hemos logrado que se ponga un control adecuado en el ingreso de la ciudad, porque el robo de hacienda continúa y la carne llega por cualquiera de los ingresos. En el módulo norte, donde al menos hay gente, la única función que tienen es el cobro de la tasa de abasto, pero no hay un control para determinar el origen de la carne, es todo muy liviano”.

Como prueba indicó que “en los diarios siguen apareciendo avisos de oferta de carnes con entrega a domicilio, lo que hace suponer que hay una cadena irregular. Entonces no sólo hay una competencia desleal para todo el circuito reglamentario, sino un riesgo para la salud de la población al no haber controles. Toda la zona norte de Comodoro tiene una situación muy mala y los ganaderos de toda la zona de Escalante se quejan fuertemente por ese problema”.

Ni REPRO, ni corresponsabilidad gremial ni ley ovina

Ante la consulta de otros reclamos que había planteado el sector rural y que supuestamente se habían encaminado por gestiones acompañadas desde el gobierno provincial ante ámbitos nacionales, el dirigente expresó la decepción por la falta de resultados: “Nosotros reclamamos siempre por los problemas que trae a las economías regionales la política cambiaria del gobierno, algo que se maneja a nivel nacional y es difícil modificarlo desde las provincias. Pero habíamos ido a Buenos Aires junto al gobierno de la provincia a gestionar los famosos REPRO (una contribución del Estado para el pago de aportes laborales, a fin de mantener la mano de obra en el campo) pero quedó en promesas nada más; hemos llenado papeles hasta el cansancio, pero sigue atrasado y no se concreta nunca. Hace casi seis meses que empezamos y seguimos igual. Lo mismo pasa con la gestión de créditos de ley ovina en los cuales tampoco se ha hecho nada. Están paralizados, entonces no se puede aumentar la producción y parece que no hubiera interés en que se concrete, no hay la menor preocupación. Hay créditos aprobados y que deberían haber salido pero no logramos que ninguno se movilice. Lo mismo pasa, porque ya estamos próximos a la nueva campaña de esquila, con el sistema de corresponsabilidades gremiales que tanto se había hablado y prometido, tampoco ha llegado nada de esto”. 

Los REPRO consisten en un aporte de 2.000 pesos por parte del Estado nacional y 1.000 por el Estado provincial, por cada trabajador y hasta tres empleados por establecimiento. El sistema de corresponsabilidad gremial consiste básicamente en que “nosotros los ganaderos nos hacemos cargo del pago de los aportes del personal de esquila, en lugar de hacerlos el contratista. Eso se descuenta una vez al año, en el momento de la venta de la lana y como contrapartida a esto nosotros deducimos ese costo sobre los gastos de esquila y nos vemos beneficiados en la forma de pago”, explicó Merlo. De ese modo, se trataba de una ayuda financiera para posibilitar el pago al momento de la venta de la lana y, al mismo tiempo, un reaseguro para los trabajadores de la esquila, a fin de contar con los aportes en tiempo y forma, evitando el riesgo de una falta de aportes por parte del contratista.

Preocupación por los guanacos

Otro tema que motiva preocupación en el sector es la falta de manejo concreto sobre la población de guanacos, que continúa multiplicándose. “No han hecho nada con el tema, no se hicieron las quitas o cazas de guanaco, se sigue multiplicando cada vez más –describió Merlo-. Es una especie protegida y para que pierda esa categoría se debe renunciar a convenios internacionales, porque ya no están en riesgo de extinción. El problema con los guanacos y especies silvestres es que en general son manejadas por ecologistas que tienen por un lado poco conocimiento del medio (no del tema), entonces el guanaco está considerado como especie en extinción y no es así, hoy es una plaga”.

Recordó que Chubut presentó un plan de manejo pero nunca terminó de hacerse un censo razonable, en tanto los datos existentes hoy son puestos en duda. “No hay de parte de los ambientalistas mucho interés en que se terminen los censos, porque en la medida que se hagan se verá que sobre el número existente habrá que reducir una cantidad,  pero está todo en la nebulosa, ellos dicen que no hay más animales que antes, cuando todo el que anda por el campo sabe que hay bastante más. Frenaron lo del proyecto de arreo con helicópteros porque pusieron muchos límites, dicen que se estresa el guanaco… No es un argumento muy razonable. Lo que pasa es que por alguna razón cuando surgen estos problemas las dos opiniones, a favor y en contra, tienen a buscar los extremos en sus actitudes y nadie es razonable. Unos dicen que no hay que matar ninguno y del otro lado dicen hay que matarlos a todos. Son las voces que más se escuchan, pero el hombre de campo no quiere vivir en un desierto, a todo el mundo le gusta salir a caballo, ver ñandúes cruzando la pampa, algún guanaco, un zorro: todo es parte del entorno ecológico. Pero tampoco les gusta ver tropillas de 300 guanacos bajando las aguadas, porque se toman el agua de las ovejas. Se debe lograr un equilibrio razonable, aunque es un poco difícil”. 

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