Los rumores de cambios en la redacción de El Tribuno, causó desesperación y precipitó nuevos informes periodísticos falsos

Los rumores de cambios en la redacción de El Tribuno, causó desesperación y precipitó nuevos informes periodísticos falsos
Molesto por los resultados obtenidos, Juan Carlos Romero pidió un recambio en la jefatura de la redacción
SALTA.- Molesto por los resultados obtenidos, días atrás Juan Carlos Romero les pidió a sus hermanos, Sergio y Marcelo, director y subdirector de El Tribuno, un recambio en la jefatura de redacción. Ya hubo una reunión con referentes de confianza del diario para hablar de nombres y hasta un ofrecimiento.

Por lo que parece, lo que queda del año es considerado de vital relevancia para las pretensiones que Juan Carlos Romero tiene de volver a ser elegido gobernador, ya sea por revancha o como única alternativa a la cárcel.

Esto se aprecia no sólo por los movimientos hechos casualmente en uno de los flancos más complicados que lo rodean, como los requerimientos que la justicia tiene en su contra, sino también en otro “lado” que desde su salida del gobierno fue tal vez el más flaco de todos: El Tribuno.

Todos en Salta saben que el diario El Tribuno fue concebido como una herramienta política para colocar a sus dueños en el poder. Y así sucedió, al menos, desde que la democracia fue restaurada, pues siempre un representante de los Romero ostentó un cargo político, ya sea en el Poder Ejecutivo provincial o en la Legislatura de la Provincia o de la Nación.

Evidentemente, tras los últimos doce años de gobierno de Juan Carlos Romero, en que El Tribuno fue un claro diario oficialista, seguido del éxodo de algunos buenos elementos que solía tener la redacción del complejo editorial de Limache, este matutino no pudo encontrar todavía el rumbo periodístico que su principal accionista desea. Y, sobretodo, necesita.

Décadas atrás esto no habría sido un problema. Hoy, sin embargo y con la aparición de portales informativos en la web y la instalación en el mercado de otros medios gráficos, como Nuevodiario, la situación es muy distinta al punto tal que complicó la capacidad de instalar a El Tribuno como el generador de opinión necesario para los fines políticos de los Romeros.

Los motivos

Los constantes fracasos en los que cayó el diario a costa de informes periodísticos anunciados como grandes aciertos, pero que terminaron siendo “bombas de humo”, generó fastidio en el accionista mayoritario del diario: Juan Carlos Romero.

Los esfuerzos por revertir los traspiés, incluso los que dieron origen a un supuesto “equipo de investigación” que blandió la espada de Damocles, acompañados de denuncias vacías realizadas por una sarta de abogados que no dudaron en cambiar su prestigio por alguna página impar con foto incluida, no hicieron más que profundizar el mal humor del ex gobernador.

Por esta razón, y frente a un año clave en el terreno político, el ex gobernador llegó a la conclusión de que debía hacer un cambio de timón dentro de la redacción, en especial en la oficina vidriada que encabeza la sala de periodistas de El Tribuno.

Con esa consigna, el joven Sergio y su hermano, Marcelo, salieron a la caza de una nueva cara que traiga a la redacción más que nuevos aires, la estrategia necesaria; no tanto para los intereses de la provincia, sino sobretodo para los deseos del senador nacional, por ahora el único referente familiar con chance de seguir en un cargo político.

Para la tarea encomendada, el director y subdirector se reunieron en un almuerzo con referentes más prestigiosos y de confianza del diario, con algunos de los cuales hablaron de los problemas de la redacción y hasta pidieron sugerencias de recambio.

Según lo informado a .com, los dos hermanos se fueron con una lista de nombres, algunos sugeridos y otros deducidos de una especie de filtro discutido en dicha reunión. Pero los movimientos por el cambio no quedaron allí, pues trascendió que ya se habría hecho un ofrecimiento a uno de los candidatos.

El ofrecimiento

Según las fuentes, se trataría de un reconocido periodista, hoy al frente de la redacción del principal diario competidor de El Tribuno en el mercado local, quien supo formar parte del staff del diario de los Romeros, incluso llegó a ocupar la jefatura de las noticias locales, acaso la sección más importante de la redacción.

La oferta llegó por boca de un tercero, como suceden estos asuntos. Dicen que el receptor no tardó mucho en percatarse que aquella charla no era una más de café, sino un “tanteo” a pedido de los hermanos a cargo de la dirección del diario.

Por eso, el destinatario, Daniel Pantoja, no anduvo con vueltas y mando un mensaje que hasta ahora no tuvo respuesta, y por lo que se cree tampoco la tendrá. “Si van a hacer el diario que están haciendo, no cuenten conmigo. Que Juan Carlos me diga que es lo que quiere, entonces hablamos”, habría sido la respuesta.

Entre otros nombres, el subdirector de El Tribuno, Carlos Vernazza, sugirió en el puesto de cabecera de la redacción al popular y querido periodista, Antonio “Tano” Oiene, sin embargo, al día siguiente de tirar ese nombre ante las preguntas de los directores del diario, al parecer, se arrepintió.

Resulta que al dialogar con otros colegas de antaño sobre el candidato que propuso, los comentarios fueron fatales. Por supuesto que nadie le quitó méritos al “Tano”, aunque si lo descalificaron por su estilo histriónico, casi al borde del colapso emocional, máxime si se tiene en cuenta el peso político que este año tendrán las noticias de este medio. “Se lo merece, pero este no es el momento para un periodista de esa talla”, concluyeron.

El que aspira

La conformación de la lista de candidatos no es del todo abultada, pues por lo que se pudo saber los directivos descartaron al resto de los que actualmente están dirigiendo la redacción. No obstante, surgieron evidencias de que uno de ellos no se dio por aludido e insiste en sobresalir para ese puesto.

El avezado no es otro que Rubén Octavio “Mataco” Arenas, quien envalentonado por haber ganado recientemente el “Premio a la Excelencia” dentro del mismo diario, comenzó a figurar en todas las páginas, mientras en la redacción nadie se explica ¿cómo fue que un periodista que ocupa una función de jerarquía pudo ganar un concurso para periodistas raso, algo que estaba estipulado como base del concurso?

Pero eso no es todo, lo que más llamó la atención es que haya recibido el premio por la cobertura del juicio realizado por la desaparición y muerte del ex gobernador, Miguel Ragone, en cuya cobertura Arenas obvió muchos detalles de relevancia, en especial los relacionados a el ex juez federal, Ricardo Lona o lo sucedido con el abogado, Raymundo Sosa.

Las apetencia de Arenas por ser reconocido, sin embargo, son hartas conocidas dentro del diario, sin embargo, el hombre se las ingenia para aparecer en todos los artículos de mayor atención pública, como la muerte del humorista, Yerba, quien, según se comenta, mantenía una pésima relación de trabajo con el periodista de Morillo.

Una tarea nada sencilla

La búsqueda de los reemplazos pedidos por el Lord Mayor resultó no ser una tarea fácil, como será que en un momento dado, Marcelo Romero, le ofreció a Vernazza regresar al diario en el puesto de subdirector para desde allí buscar al indicado y hacer los cambios.

La oferta, como era de esperar, fue rechazada por el experimentado columnista, quien supo reconocer en el paso del tiempo la sabiduría de reconocer que lo las falencias internas en la redacción de El Tribuno no pasan por los nombres, sino por los propósitos reales de sus propietarios, los cuales, por lo general están reñidos no sólo con la ética periodísticas sino que rayan lo delictivo.

Los rumores del recambio en la jefatura de redacción, lejos de traer reflexión a la mesa de noticias causaron pánico, pues los jefes actuales, Francisco Sotelo y compañía, salieron a defender sus puestos con noticias que fueron desmentidas hasta por medios y organismos nacionales internacionales, como sucedió en el caso del supuesto conflicto limítrofe.

A ello se sumo la acusación de estafa en contra de la ex interventora de Salvador Mazza, Mercedes Juncos, quien dejó en vergüenza a los editores de El Tribuno al mostrar los recibos de pagos por las obras que el diario de Romero acusaba como impagos.

Evidentemente, las cosas no van bien en el complejo editorial de Limache, situación a la que se suma los conflictos laborales y despidos en Radio Salta, otro de los medios fuertes de Romero para sus apetencias políticas.

Lo único que parecer seguir en pie es el juego de líneas y colores que el grupo catalán, contratado para el rediseño del diario, esbozan desde hace unos meses. El resto, es un minuto a minuto que nadie sabe cómo y donde va terminar.

Comentá la nota