La rotura de un caño de gas dejó sin el servicio a un amplio sector del centro

La rotura de un caño de gas dejó sin el servicio a un amplio sector del centro

La contingencia se produjo ayer a las 16 cuando un grupo de obreros efectuaba un zanjeo sobre Rivadavia y Belgrano para efectuar el drenaje del subsuelo de la Catedral que se encuentra inundado. Por la rotura del caño de gas, la empresa Camuzzi cortó el servicio y esa zona fue evacuada, principalmente para los automovilistas. La solución llegó poco después de las 20.

Distintas complicaciones se sucedieron ayer por la tarde en el centro de Comodoro Rivadavia, donde la empresa Clamex SRL realiza trabajos de zanjeo y drenaje sobre Rivadavia y Belgrano, frente a la Catedral San Juan Bosco. Es que el subsuelo del edifico religioso se encuentra hace varias semanas repleto de agua.

Entonces, los obreros realizaron una extensa zanja en el tramo de la avenida, entre Belgrano y España, donde cruzan caños de agua, cables de energía, semaforización, cloacas y agua, entre otros servicios, según explicó a El Patagónico el ingeniero a cargo de la obra, Rafael Cola.

Los trabajadores con una máquina retroexcavadora primero cortaron un cable que alimenta el funcionamiento de los semáforos de Rivadavia y Belgrano, lo que no ocasionó mayores inconvenientes vehiculares. Pero minutos después, a las 16 un diente de la pala del vehículo vial provocó la rotura de un caño troncal de gas que rápidamente comenzó a emanar abundante cantidad, cuyo olor se sentía incluso a unos 500 metros a la redonda. No obstante, el aire fresco ayudó a disiparlo.

Vale recordar que a los pocos metros se encuentra la Escuela 83, que permanece cerrada por el receso de invierno. Además, los taxistas que se desempeñan en la parada que funciona en esa esquina tuvieron que retirarse por seguridad y para dejarle lugar a los vehículos de las fuerzas de seguridad.

De inmediato concurrió personal de Tránsito, Bomberos, Policía y Defensa Civil para ocuparse de la prevención en los alrededores. Los inspectores se encargaron que cortar las arterias adyacentes a la Catedral para impedir el paso de automovilistas y transeúntes.

En tanto, el personal de la empresa Camuzzi concurrió con varias operarios que luego de dos horas de producida la rotura del caño de gas lograron cortar el servicio para realizar las reparaciones correspondientes. Por lo tanto, un amplio sector de viviendas, comercios e instituciones públicas y privadas se quedó sin el servicio por varias horas.

Recién ahí comenzaron las tareas específicas para reparar el conducto averiado.

CAOS VEHICULAR

La contingencia que se extendió por más de cuatro horas provocó una gran congestión vehicular en las principales calles céntricas, debido a que los inspectores cortaron San Martín y Belgrano, y Mitre y Rivadavia. De esa forma, se prohibió la circulación de los automovilistas y transeúntes por la zona afectada. El servicio de gas volvió poco después de las 20.

Los tres carriles de la San Martín, incluida la senda exclusiva para transportes urbanos y emergencias, estuvieron repletos de vehículos. En este contexto, predominó la impaciencia intolerancia que aflora en estas situaciones, por lo que abundaron los bocinazos y gritos. El personal de Tránsito permaneció impasible en las esquinas clave para ordenar el caos vehicular, haciendo más lenta la circulación, tal como de prever.

Muchos inconvenientes se registraron para quienes realizaban trámites médicos en esa zona, ya que a unos 100 metros de donde estaba la pérdida de gas se encuentran una clínica privada y un centro de rehabilitación.

Por ejemplo, un hombre evidenció su furia contra los inspectores que no dejaban pasar los vehículos hacia Rivadavia y Belgrano. El automovilista argumentó que tenía que trasladar a su madre hasta el centro de rehabilitación y que no podía caminar. Tras calmarse y dialogar con los funcionarios municipales, se solucionó el percance.

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