El productor Carlos Rottemberg salió al cruce de las declaraciones formuladas por su colega Gustavo Yankelevich, quien consideró que quienes trabajan en Mar del Plata vinculados con la actividad turística quieren “hacerse un veranito”, para justificar por qué elige presentar su espectáculo  “El Quilombero” en Villa Carlos Paz.

“Yo elijo Carlos Paz antes que Mar del Plata”, sostuvo el empresario en una entrevista radial concedida a Radio Rivadavia, durante la cual formuló críticas contra los empresarios y la conducción política marplatense y reivindicó a Carlos Paz como la gran plaza atractiva para el teatro.

Este jueves, Rottemberg dejó en claro su desacuerdo con el punto de vista de su colega. “El hecho de desarrollar mi trabajo como empresario teatral privado no me inhabilita para saber por qué Mar del Plata es la “Capital del Espectáculo”, que no es lo mismo que “Capital del Espectáculo Teatral Privado“, señaló.

“Una capital del espectáculo no se mide por los beneficios de un puñado de bolsillos de empresarios teatrales sino por la oferta global que recibe el habitante local y el turista en la suma de todos los rubros que la componen. Por eso se la bautizó así y perdura por sus hechos”, reflexionó.

Según Rottemberg, “estamos confundiendo la oferta total de entretenimiento, cultura y espectáculo con la participación del empresariado teatral privado en Mar del Plata, el cual no supera el 16% del consumo total del rubro. Cada recital gratuito, los eventos deportivos, 16 pantallas de cine, varios teatros independientes, una gran cantidad de museos, salas teatrales oficiales, presentación de artistas internacionales y hasta los almuerzos de Mirtha Legrand hacen a la definición que acompaña a esta ciudad, de la que me considero vecino por adopción. Como teatrista me encanta y apoyo el crecimiento teatral de Carlos Paz. Además trabajan allí amigos y colegas. Saben de mi respeto irrestricto a esa plaza, a la cual vi crecer en mis más de cuarenta años de profesión, lo que no justifica que se mencione a Mar del Plata en una comparación, como mínimo, inmerecida”.