Con el auspicio del Papa Francisco, en un solemne salón del Vaticano, y junto a sus pares de los principales municipios del mundo, la intendenta Mónica Fein suscribirá hoy una inédita declaración para reforzar la lucha contra la trata de personas y otras formas de esclavitud moderna, y en contra del cambio climático.

En su discurso, la intendenta sostendrá que "la autoridad del Papa puede contribuir significativamente al inicio de una nueva conciencia sobre la necesidad de cambiar los patrones y consumo dominantes, hacia un futuro con desarrollo sustentable, con equidad y dignidad para todos". Y se comprometerá a "hacer todo lo que esté a nuestro alcance para la promoción del reciclado, reducción y reutilización de residuos; en movilidad sustentable, en el cuidado del agua y de la energía; en la promoción de energías renovables; en educación ciudadana en materia ambiental; en combate de la pobreza, y en promoción social".

También condenará "las nuevas formas de esclavitud derivadas casi linealmente de la pobreza, las migraciones forzadas y sus consecuencias directas: la trata de personas, el trabajo esclavo, la prostitución y el tráfico de órganos".

Será en el marco de un coloquio que se desarrollará durante casi doce horas en la Casina Pio IV, en el Vaticano, donde intendentes de más de 50 ciudades, entre ellas Roma, Nueva York, París, Estocolmo, California, Madrid, Milán y San Pablo, junto a representantes de las Naciones Unidas, expondrán convocados por las academias pontificias de las Ciencias y de las Ciencias Sociales.

El encuentro tiende a reforzar el compromiso de las ciudades y a aumentar la conciencia sobre las medidas necesarias para reforzar la lucha contra esos dos flagelos.

La reunión tiene la presencia confirmada del Papa Francisco, quien se hará presente en la sala al mediodía, modificando el horario indicado originalmente. Su estada en el recinto se estima que durará media hora, durante la cual los alcaldes podrán saludarlo y es posible que se tome una foto grupal con los casi 65 representantes de gobiernos locales que estarán presentes.

Para Rosario se trata de un escenario de real jerarquía, ya que por primera vez la ciudad podrá codearse con decenas de municipios de primera línea de todo el mundo, además de trabajar en sintonía con el Vaticano en este nuevo carácter social que le está imprimiendo a su misión el Papa Francisco.

El medio ambiente. La intención del coloquio es aumentar la conciencia de los gobiernos locales sobre cambio climático y esclavitud moderna, y llegar a una declaración final que resuma las mejores prácticas presentadas por los alcaldes. También formular recomendaciones inspiradas en la encíclica "Laudato Si", en la que el Papa hace hincapié en la estrecha correlación entre esos dos flagelos.

Esta encíclica representa un hecho histórico al ser la primera vez que un Papa dedica un documento de este tipo a la protección medioambiental. Consta de 190 páginas y cubre amplios temas. En el contenido del documento se lee: "El Evangelio de la creación: no somos Dios. La tierra nos precede y nos ha sido dada", y "Lo que le está pasando a nuestra casa: la degradación mutua del ambiente humano y del ambiente natural se manifiesta en las millones de toneladas de residuos por año, la gran concentración de gases de efecto invernadero, la desaparición de miles de especies vegetales y animales, la exclusión social, la violencia, el narcotráfico y el consumo creciente de drogas entre los más jóvenes".

La Pontificia Academia de las Ciencias, que organiza este coloquio de alcaldes, es de alcance internacional, multirracial en su composición y no sectaria en la elección de sus miembros. Es un órgano independiente dentro de la Santa Sede y tiene libertad para la investigación. El trabajo de la academia incluye seis grandes áreas: ciencias básicas, ciencias y tecnología de los problemas globales, ciencia de los problemas del mundo en desarrollo,política científica, bioética y epistemología.