El debate entre gradualismo y shock parece reeditarse en el Gobierno. No es, esta vez, en alusión a la economía, sino por el control del espacio público y la inacción de la policía frente a los piquetes. El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, asegura que en la ciudad de Buenos Aires "se están evitando muchos cortes de 30 o 50 personas". Pero reconoce que, ante la masividad que tuvieron algunos de los últimos reclamos, no se puede actuar.

Mientras la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, desafía con una política de "tolerancia cero" cuando deban intervenir las fuerzas federales, Rodríguez Larreta, más moderado, asegura: "No se puede revertir rápidamente el deterioro del uso del espacio público que el kirchnerismo promovió durante doce años".

El jefe de gobierno elogia el Plan Integral de Seguridad en marcha: sacará más policías a la calle y permitirá modernizar la fuerza, recientemente unificada. Y descarta que en los próximos meses regrese el público visitante a los estadios de fútbol de la Capital Federal.

-¿Cómo evalúa la creación de la Policía de la Ciudad?

-Fue un paso histórico. En un año concretamos el traspaso de la fuerza, de 19.000 efectivos, a la ciudad. Y avanzamos en la unificación. Era una despropósito que la ciudad tuviera dos fuerzas que no se hablaran entre ellas. La coordinación nos dio una base para trabajar en un plan integral de seguridad.

-¿Hubo mejoras perceptibles para los ciudadanos?

-Mientras hacíamos este proceso, se recuperaron zonas enteras de la ciudad que estaban tomadas. En Acoyte y Rivadavia no podías caminar ni un metro. En la avenida Avellaneda y alrededores, pasaba lo mismo. Avanzamos mucho en la integración de las villas. Yo tengo mi oficina en la villa 31, en un lugar que estaba tomado por el narco.

-¿Cuáles son los ejes del Plan Integral de Seguridad?

-Lo principal es sacar más policías a la calle. Empezamos por reclutar más, pasamos este año de 800 a 1000. También, intentamos que muchos efectivos que cumplen tareas administrativas en las comisarías salgan a la calle. Ya sacamos más de 400 de los 1700 que estaban a cargo de tareas que pueden ser reemplazadas. Y trabajamos en el entrenamiento y la capacitación para que hagan bien su trabajo.

-En la provincia de Buenos Aires comenzó a volver el público visitante a los estadios de fútbol. ¿Sucederá lo mismo en Capital?

-Si por tener visitantes en las canchas hay que hacer operativos con miles de policías, no va a pasar. La prioridad hoy está en tener policías en la calle, y si los ponés en un lado, no los ponés en otro.

-La ministra Bullrich dijo que "paso a paso" empezarán a actuar frente a los cortes de calles. ¿Habrá una nueva política, con una acción más dura?

-Se viene una nueva política respecto de la seguridad en general. Con los piquetes siempre vamos a buscar y priorizar el diálogo. Pero haremos diferencias, nosotros ya estamos actuando. Hay manifestaciones masivas, como las de la CGT, las mujeres y los docentes, que responden al derecho constitucional a manifestarse y tenemos que respetarlo. La semana pasada hubo organizaciones que anunciaron públicamente que iban a hacer cuatro días de corte y acampe en la avenida 9 de Julio. A las horas se fueron, gracias al diálogo. Se están evitando muchos cortes de 30 o 50 personas, gracias a que la policía previene. Estamos con una actitud mucho más activa.

-¿Depende, entonces, de la masividad del reclamo que la policía actúe?

-Entre otras cosas, sí. Una manifestación como la de los docentes, más allá de que uno esté de acuerdo o no con el reclamo, se enmarca en el derecho constitucional a manifestarse. Pero hay que trabajar en el corte por el corte mismo, impidiendo situaciones de violencia. Están quienes detrás de un pañuelo y un palo, escondidos, buscan la violencia. Hay protestas de los dos casos.

-¿Macri pidió prestar más atención a los cortes?

-Hay un diálogo constante y, como todos los argentinos, está preocupado por la seguridad. Cada policía que tengo que mandar para que no haya desmanes ni violencia es policía que tengo que sacar de los barrios de la ciudad. La policía es una sola y no me sobra.

-¿Se piensa en un nuevo protocolo antipiquetes?

-No, hay que cumplir con la ley. Hay leyes penales y contravencionales y tenemos que regirnos por ellas.

-Elisa Carrió dijo que "el kirchnerismo está buscando un muerto". ¿Coincide?

-Coincido en que hay situaciones en las que se buscan la violencia y la provocación. Como el día de la marcha de la CGT, y lo que denunció María Eugenia Vidal respecto de la intencionalidad política del paro docente. No vamos a permitir que lastimen a la gente ni a la policía.

-¿Cómo explica que los protagonistas de los cortes más importantes son las organizaciones sociales que acordaron la emergencia social y tienen diálogo con el Gobierno?

-Entiendo que hubo una discusión sobre la reglamentación de la ley de emergencia social, que ya se zanjó, y redujeron su presencia en la calle. Es difícil que el buen diálogo lleve a que no haya ningún corte. Hay que apostar a que se reduzcan.

-¿Teme que lo tilden de "represor" ante una eventual acción más severa en la calle?

-Nosotros actuamos. Pregunten a los vecinos de Once cómo les cambiamos la vida después de que se fueron los manteros. La policía actúa cada vez más, pero no se puede revertir rápidamente un deterioro del uso del espacio público de años, que no sólo se permitió durante el kirchnerismo, sino que se promovió.