Omar Grill remplazó en silencio a Roger García en la empresa Aguas Rionegrinas Sociedad Anónima (ARSA), pero esta semana deben cobrar impulso sus gestiones para tratar de calmar los ánimos en Roca. Allí se registraron los serios inconvenientes en el suministro, que derivaron en la abrupta salida del presidente de la firma estatal.

En tanto, en Viedma sigue la disconformidad con la instalación de un colector cloacal.

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El nuevo directivo asumió en los primeros días de noviembre, luego de que el gobernador Alberto Weretilneck decidiera desplazar a García en el marco de severos cuestionamientos por un prolongado corte de suministro de agua en gran parte de Roca donde la actual gestión está poniendo énfasis de cara a las próximas elecciones.

En ese momento habló de reestructuración admitiendo que la concesionaria estatal del servicio de agua potable y cloacas “es una empresa compleja con múltiples actividades y muchos factores día a día”, y “uno se enoja cuando falta el agua o tiene un problema con las cloacas pero es difícil valorar eso cuando normalmente funciona, la mayor parte de los días”.

El detonante fue la situación generada por los inconvenientes con la provisión de agua potable en la ciudad valletana, tanto en la zona baja (por las fallas en el acueducto de calle Güemes) como en el sector norte (por roturas de una empresa de servicios).

En la capital

Asimismo, incidió en las modificaciones institucionales el caso de colector cloacal de la calle Schieroni de Viedma, donde tuvo que interceder la comuna ante la queja de los vecinos.

La actual gestión municipal intimó en ese momento a ARSA y a la empresa Cementos del Sur como consecuencia de los desbordes cloacales en la obra que se realiza en la intersección con el bulevar Ituizangó.

El ultimátum tuvo como objetivo de que las tareas se ejecuten en forma adecuada y previamente, según comunicó el Municipio, se enviaron notas a la empresa estatal y a la empresa solicitando mejores acciones en las tareas que se vienen desarrollando.

En la intersección viedmense, la obra comenzó en agosto aunque los vecinos ya venían conviviendo con el mal olor desde el año pasado.

A poco de comenzar las tareas en junio de este año. En ese lapso, los escombros de la rotura del pavimento impidieron la normal circulación de los vecinos, luego sufrieron inundaciones de viviendas con líquido cloacal, y el 11 de octubre pasado, trataron de ubicar a García que nunca respondió a los reclamos.

“Es un emprendimiento de más de seis millones de pesos, nunca se encontró un ingeniero como inspector de obra, y además se supone que en pliego de licitación deben haber quedado fijadas las condiciones de compactación del terreno antes de pavimentar nuevamente”, expresó la vecina Mirta Manuel.

Días atrás, y buscando comprobar la consolidación del relleno sobre cañería ya reparada del colector cloacal, un vecino hundió hasta el fondo el palo de un escobillón dando muestra de la endeblez de la estructura que podría volver a romperse con el tránsito vehicular.

Ante los defectos que presenta, el legislador del FpV, Nicolás Rochas y el concejal viedmense por el Partido Río, Facundo Montecino Odarda, se presentaron como querellantes en una denuncia penal contra la empresa a raíz de que se están vertiendo líquidos sin tratar y son arrojados al río Negro en forma cruda.

Problemas sin fin4cortes en una semana sufrieron vecinos roquenses de la zona norte. ARSA culpó a una empresa de servicios.