Lo que en principio pareció media hora de horror para dos nenes de 5 y 7 años que estaban en el taxi de su papá cuando el vehículo fue robado se convirtió en una historia, cuanto menos, curiosa. “No existió ningún robo, ilícito o maltrato”, dijo a 0223 el subcomisario de la Segunda Diego Gancedo, con visible molestia por la situación que se vivió este viernes por la mañana.

Lo primero que se supo fue que el taxi Siena, licencia 1970, había sido robado en Juan B. Justo y Guido, cuando los dos hijos de Pablo, el chofer, estaban dentro. A la desesperación inicial, pocos minutos después, llegó cierta calma cuando se confirmó que el vehículo había aparecido en Dorrego y Vieytes y los chicos estaban en buen estado.

A partir de allí comenzaron a circular versiones contrapuestas. El taxista aseguró en diálogo con Radio Brisas que dejó el auto en la puerta de su casa, bajó para dejar una bolsa y cuando regresó el vehículo, con sus hijos adentro, no estaba.

Rápidamente llamó a la policía y se hizo presente un vehículo del Comando de Prevención Comunitaria. Muy nervioso por la situación que estaba atravesando, el taxista discutió con los efectivos policiales hasta que finalmente llegó un patrullero de la Comisaría Segunda. El trabajador se subió y a los 150 metros advirtieron que estaba el Fiat Siena con los chicos adentro, presos del llanto.

Allí, según explicó Gancedo a 0223, tanto los chicos como el comerciante de la esquina dieron otra versión de lo sucedido. “El taxista fue a comprar a la despensa de Dorrego y Vieytes y se fue caminando hasta la casa y dejó a los nenes. Cuando llega a la casa, dice Dónde está el auto. Y lo primero que se le ocurre es que le robaron el auto con los nenes adentro y llama al 911”, relató el subcomisario. 

La propietaria de la despensa donde "apareció" el auto también le dio a este medio la misma versión que el policía: el auto siempre estuvo estacionado con los nenes allí.