Robo al blindado: el asaltante que abrió fuego era un "improvisado"

Así lo afirmaron fuentes judiciales a cargo de la investigación del trágico asalto ocurrido anteayer frente a un banco, en Moreno; hay un sospechoso detenido, que será indagado por el fiscal del caso
El delincuente que abrió fuego contra los custodios del camión blindado en Moreno, que provocó un tiroteo en el que murió un jubilado y tres mujeres embarazadas resultaron heridas, sería un joven ladrón improvisado que se apresuró a disparar.

Así lo explicaron a LA NACION fuentes judiciales tras analizar los testimonios de personas que estuvieron en el lugar del hecho y que ya declararon ante el fiscal de Moreno Gabriel Lorenzo, a cargo de la investigación del hecho.

Según las mismas fuentes, la banda delictiva estaba integrada por lo menos por ocho delincuentes que utilizaron dos autos y se sospecha de la participación de dos motos.

Hoy, Lorenzo le tomará declaración indagatoria al único detenido por el brutal ataque contra un camión de caudales de la empresa Prosegur, identificado por fuentes de la agencia Télam como Manuel Hernández, de 33 años.

"El sospechoso estuvo en el lugar de los hechos. Si no hubiera pruebas suficientes, el fiscal no habría decidido la detención", explicó ayer a LA NACION un calificado investigador policial.

En un principio se sostuvo que el único detenido podría ser el jefe de la banda que atacó el camión de Prosegur en la puerta de la sucursal de Moreno del Banco Supervielle, situada en Nemesio Álvarez al 200.

Pero no se descarta que el sospechoso haya sido parte de la banda que hizo de apoyo en las cercanías de la sucursal bancaria desde un automóvil o vestido como si fuera un barrendero.

Todo comenzó anteayer, a las 8.35, cuando el camión de caudales llegó a la sucursal del Supervielle. Según informaron a LA NACION fuentes judiciales, el vehículo de Prosegur transportaba entre 8.000.000 y 12.000.000 de pesos.

"Sólo 1.000.000 de pesos iban a ser dejados en el Banco Supervielle de Moreno", agregaron las fuentes consultadas.

En la puerta del banco había varias personas haciendo la fila para poder ingresar. Era día de pago de jubilaciones, pensiones y planes sociales. Francisco Figueroa, de 87 años, era uno de los que esperaban cobrar 2381 pesos de su haber mensual y murió en el tiroteo (ver aparte). Además hubo tres mujeres embarazadas y dos custodios de Prosegur heridos.

Según las fuentes judiciales consultadas, el tiroteo comenzó cuando dos custodios escoltaban al tercero, que bajó del camión una saca de dinero para ingresarla en la entidad. En ese momento, ocho delincuentes armados se movilizaron con intenciones de robo y comenzaron a disparar.

Los custodios comenzaron a disparar y uno de ellos se arrojó sobre una mujer que se encontraba en la línea de fuego. El tiroteo terminó con dos de los custodios heridos, de 35 y 42 años.

En el lugar se hallaron, al menos, 84 vainas servidas. Sin embargo, pudo haber más disparos efectuados con revólveres, los que retienen las vainas en sus tambores.

Fuentes de Prosegur informaron que el vigilador herido de mayor gravedad, del que no se suministró su identidad, después de ser intervenido quirúrgicamente se encuentra estable, pero en terapia intensiva.

Los testigos no lograron identificar a ninguno de los delincuentes porque todo fue muy rápido. Las declaraciones coinciden en que uno de los ladrones se apresuró. "Supuestamente un joven improvisado fue el que abrió fuego", confiaron las fuentes judiciales consultadas.

El único detenido fue apresado por personal del grupo de elite Halcón, de la policía bonaerense, que colaboró con la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Mercedes.

El sospechoso fue detenido en el barrio Villa Aurora, del partido de Moreno, a 40 cuadras del lugar del intento de robo al camión de caudales. Antes del allanamiento, el domicilio fue monitoreado durante una hora, a partir del análisis de huellas digitales encontradas en uno de los vehículos que los delincuentes utilizaron para escapar y abandonaron a 300 metros del lugar del tiroteo.

Los investigadores pensaban que en el domicilio iba a estar un segundo sospechoso. Sí lograron secuestrar teléfonos celulares que les permitirán saber con quiénes se comunicaron en el momento del hecho.

Comentá la nota