El martes la Comisión de Educación de la Legislatura porteña volvió a reunirse para tratar diferentes temas que hacen a la coyuntura de algunas medidas que se tomaron durante la pandemia. La modalidad en esta ocasión era con la participación de integrantes de la comunidad educativa que lo hacía mediante el envío de un correo electrónico.

“Sentí una profunda vergüenza ajena por como el oficialismo de la Ciudad le faltó nuevamente el respeto a las instituciones, al pueblo y a la democracia. Leían correos armados de supuestos integrantes de la comunidad educativa donde felicitaban al gobierno de la ciudad por cómo lleva adelante la distribución de los bolsones alimenticios, y en medio de la reunión me llega el dato que esa persona es funcionario del ministerio de Educación, no resisten el menor análisis”,  denunció luego del encuentro Lorena Pokoik, vicepresidenta de la Comisión de Educación.

Otro legislador del Frente de Todos, Santiago Roberto, también se refirió a la reunión. “En la reunión de la Comisión de Educación expresamos que aún tenemos dudas sobre la información brindada por el Gobierno de la Ciudad respecto al precio de la ‘Canasta Escolar Nutritiva’. En la resolución publicada en el Boletín Oficial reconocen que un 48 por ciento del precio que pagan equivale a los alimentos del bolsón y el resto es de logística y distribución”, dijo el diputado porteño.

Y además, agregó: “Eso no justifica el 115 por ciento de sobreprecio que se paga por la canasta. Según lo que pudimos corroborar en un relevamiento realizado en un supermercado barrial, el costo mayorista informado para la mercadería del bolsón de almuerzo equivale al minorista. Además, hay denuncias de entrega de alimentos vencidos y faltante de mercadería”.

Y finalizó diciendo: “El Estado tiene que garantizar una canasta escolar de calidad y con precios claros. Por eso consideramos urgente el tratamiento del proyecto de la Tarjeta Alimentaria presentado por nuestro bloque. Con el mismo presupuesto podríamos llegar al doble de destinatarios ya que más de la mitad del costo que difunden corresponde a  logística y utilidades de los concesionarios.  Además, facilitamos el acceso a los alimentos, evitando colas y problemas de espera, agravados por la emergencia del coronavirus y el frío que comienza. Ante la tremenda crisis que estamos viviendo necesitamos extremar los mecanismos de transparencia y más si se trata de la comida de los que menos tienen”.