El PRO le roba protagonismo al massismo en la Primera

El PRO le roba protagonismo al massismo en la Primera

Proyectando los resultados de las PASO, los amarillos avanzan sumando distritos mientras el FpV mantiene su poderío. Massa fue el gran perdedor y el radicalismo gana una comuna. Cómo se votó, municipio por municipio.

El mapa político de la Primera Sección electoral se modifica sensiblemente tras las PASO, al menos para algunas fuerzas. Una proyección de los guarismos obtenidos en el rubro intendente permite inferir el avance del macrismo en detrimento del Frente Renovador, un sostenimiento del FpV –que seguirá mandando con el manejo de más del 60% de los distritos– y la aparición del radicalismo en un tablero que hasta ahora se había repartido sólo entre las tres fuerzas anteriormente mencionadas. Es decir, como en el resto de la provincia de Buenos Aires, los amarillos hicieron una muy buena elección en la zona norte del conurbano, ganando terreno y fortaleciéndose más allá de los límites de su bastión, Capital Federal. Basta con ver cómo se votó distrito por distrito. Muy lejos quedó aquella fortaleza renovadora cuyo derrumbe comenzó meses atrás.

Se intenta aquí –sobre la base de los resultados de la elección celebrada– distinguir en manos de qué fuerza quedará cada municipio, independientemente de la alianza de la que haya formado parte. Y definir dentro de qué partido incluirlo, para lo que se toma como parámetro la boleta con la que fue el candidato: por caso, en algunos distritos, la interna de Cambiemos se dirimió entre tres candidatos, dos con boleta roja (radical) y una con amarillo (macrista).

La Primera Sección está conformada por 24 comunas, de las cuales el PRO tiene 3: Luján, San Isidro y Vicente López. El macrismo pierde una de esas tres (Luján, a manos del FpV) pero suma dos (Campana y Suipacha) y ambas se las arrebata al oficialismo del Frente para la Victoria. A las cuatro que cuentan seguras, podría sumarle tres más si logra el triunfo en la pelea mano a mano que tiene contra el FR (en Malvinas Argentinas) y el FpV (en Morón y Tres de Febrero).

Como pasa en la Tercera Sección, el FpV maneja la mayoría de los distritos. Actualmente manda en 15 de los 24, pero los resultados de las PASO muestran al oficialismo que los esfuerzos deben estar depositados en sostener el poderío. Agigantarlo les será muy difícil. De las 15 que comanda retiene 11 (el macrismo le roba dos) y suma 3, robándole una al macrismo y dos al Frente Renovador. Los azueles/celestes darán pelea en otras tres comunas, dos que se las bate mano a mano con el PRO y una con el massismo.

El gran perdedor en esta porción de la Provincia es, sin dudas, el massismo. La pérdida se agiganta si se tiene en cuenta que es allí donde el candidato a presidente de la alianza UNA parió su fuerza. Pudo, sí, sostener el fuerte en lo que fue su comarca: Tigre. Al calor de las PASO, de los seis distritos que comanda el FR sólo retiene 2. De los cuatro que se le escapan de las manos, dos se los arrebata el FpV y uno la UCR. Peleará mano a mano con el FpV en Malvinas Argentinas, comuna que hoy le es afín de la mano de Jesús Cariglino.

La UCR hace pie en un distrito de la Primera Sección: Mercedes. El intendente Carlos Selva (FR) saltó a la lista de postulantes para cargos legislativos y por la fuerza a nivel local participó Marcelo Denapole. Hizo una muy pobre elección, lejísimo del radical Lucas Fal, quien borró del mapa a los contendientes internos que compitieron dentro de Cambiemos. Con el 41,31% de los votos que cosechó la alianza PRO, UCR, CC, Fal festeja por anticipado lo que se considera un triunfo cantado

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