Tras participar de un acto de reconocimiento a agentes de la Policía Local, el secretario de Seguridad de la Provincia, Cristian Ritondo se trasladó hasta la sede Juzgado Federal Nº 4 de Mar del Plata para mantener un encuentro con su titular, el juez Alfredo López, quien llevó adelante una causa por las agresiones sufridas días atrás por el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal en Mar del Plata, en el barrio Belisario Roldán.

De este modo, el magistrado recibe un nuevo gesto de respaldo del oficialismo, luego de que hoy mismo el ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, describiera como un “escrache” una manifestación realizada esta semana por agrupaciones políticas y sociales en la puerta del juzgado.

López, quien denunció la existencia de un “plan sistemático de desestabilización” contra el gobierno nacional mantiene además una abierta disputa con otros funcionarios de la Justicia a los que les reprocha pertenecer a la agrupación Justicia Legítima.

Entre ellos, el más notorio es el fiscal federal Daniel Adler, al que denunció, al igual que a los fiscales Laura Mazaferri y Nicolás Czizik por “entorpecer” la investigación que él lleva adelante, subrogando al juez penal Santiago Inchausti.

En una seguidilla de inusuales apariciones públicas López denunció además haber recibido intimidaciones y amenazó con renunciar, realizando una convocatoria para que los vecinos le brinden su apoyo en una manifestación programada para mañana, a las 18.

Desde ayer la causa ya no está bajo la órbita de López, quien subrogaba (reemplazaba) a su colega Santiago Inchausti, de modo que no tiene ninguna incidencia.