Ricardo Magnano: “Proponemos recuperar el radicalismo"

Ricardo Magnano: “Proponemos recuperar el radicalismo"
El candidato a presidente de la UCR de San Martín desde el espacio de Gustavo Posse y Ricardo Alfonsín visitó “Pasa de Todo” y dijo que su sector es un proyecto nuevo que tiene objetivos de gobierno. Pero antes, promueve el fortalecimiento del partido. También dejó su opinión sobre la gestión de Katopodis, y analizó la proyección del intendente de San Isidro. Dardos para Moreau.
Ricardo Magnano es el candidato a presidente del radicalismo de San Martín para las elecciones que se realizarán el próximo domingo 24 de junio. Encabeza a nivel local la lista que propone a Alejandro Armendáriz como presidente del Comité de Provincia, Ricardo Alfonsín como delegado del Comité Nacional y Gustavo Posse como convencional nacional. El correligionario visitó “Pasa de Todo” por la Diez57.

¿En qué momento está el radicalismo de San Martín? Hace muchísimos años que no tiene ni siquiera un concejal.

Creo que el radicalismo se sobrepuso en 2001 a una crisis histórica. No conozco ningún antecedente en el mundo de ningún partido que en sólo 3 años haya bajado del 52 % del electorado que obtuvo De La Rúa al 1 %. Es un milagro la subsistencia. Y se logra solamente por la fuerte estructura interna y la organización que tiene el radicalismo. En esta década ha estado dedicado a mantener la institucionalidad, a preservarse como partido y no podía encontrar un rumbo para encontrar un impulso correspondido por la gente. Por eso los guarismos variaron entre 10 y 15 %.

Incluso la última elección de Alfonsín no ha sido buena. Se esperaba otra cosa.

Exactamente. La alianza no dio resultado y no impactó en la gente como se esperaba. Fue sobrepasada en la voluntad a último momento por otras alianzas. Esta va a ser la primer interna de la última década donde verdaderamente no hay un simple traspaso de autoridades por el fin de un mandato. Sino que hay dos proyectos que confrontan, y esto va a impactar desde la Provincia hacia la Nación y desde la Provincia hacia los pueblos.

¿Cuáles son esos proyectos? ¿Son tan distintos, qué está en juego?

Hasta ahora, el radicalismo en la provincia de Buenos Aires ha seguido, de alguna manera, la conducción que encabezaron Leopoldo Moreau y Federico Storani, y ha sido un modelo complaciente, claudicante, que pacta con el gobierno justicialista provincial, desde Cafiero hasta la fecha, y se asegura su cuota de juego en el poder. Pero sin pretensión de llegar en algún momento a ser gobierno. Lo que confronta hoy es un proyecto nuevo, que encabeza Gustavo Posse en la Provincia y Ricardo Alfonsín a nivel nacional. Y que tiene como vocación la composición de los intendentes que gobiernan en nombre del radicalismo y muestran capacidad de gestión.

Bazze está en el cargo actualmente y acompaña esta alianza, que en 2010 no se ha dado con Alfonsín y Posse juntos.

Exactamente. Y respaldados por 17 intendentes de la provincia de Buenos Aires, que muestran su trayectoria, que se han sobrepuesto a todos los vendavales políticos por su enraizamiento en la gente.

Ustedes quieren demostrar que el radicalismo no sólo es una fuerza testimonial, o del 10 % en la oposición, sino que hay gestión para mostrar en el interior de la Provincia...

Exactamente. Tenemos un estigma con el que se nos castiga que dice que el radicalismo no es eficiente a la hora de gobernar. Y la provincia de Buenos Aires es una clara desmentida de este slogan que nos estigmatiza.

Los distintos peronismos gobiernan Buenos Aires desde el año 87.

25 años continuos e ininterrumpidos, que transformaron este Estado provincial, uno de los más ricos de Latinoamérica junto con San Pablo, en esta colosal fábrica de pobres donde el Estado no funciona en ninguno de sus estamentos. No hay Justicia, no hay educación, no hay salud, no hay seguridad, todo se cuestiona, y todo va en detrimento de una gestión ininterrumpida, a pesar de que el justicialismo ha puesto a sus mejores hombres. Si repasamos los nombres son las figuras más prominentes: Cafiero, Ruckauf, Duhalde, Solá, Scioli. Nunca han podido revertir esta tendencia declinante en la provincia de Buenos Aires.

Algunos dirigentes dicen que esta interna para Posse es una prueba o desafío en la primera sección electoral, donde quiere obtener la mayor representación posible para posicionarse en una contienda electoral general en 2013 y 2015.

Creo que sí. De hecho se refiere a lo que dije anteriormente. Es la primera vez que en los últimos 10 años, el papel de las internas en los partidos políticos es para reorganizar y reagrupar fuerzas. Es la primera vez en 10 años donde la interna confronta proyectos. Y el proyecto de Gustavo Posse excede a su Intendencia. No ha tenido la posibilidad, o el partido no se la ha dado, de salir de San Isidro, mostrar su figura y capacidad de gestión, más allá del marco municipal. Si triunfa esta opción, la figura de Posse se expande a la sección y a la Provincia.

¿Está en juego el camino de alianzas del radicalismo, hacia el PRO, el FAP, o hacia una identidad propia fortalecida para el año que viene?

No podría definirlo para el año que viene. Evidentemente va a ser la jugada final. En esta primera etapa lo fundamental es juntar la masa crítica de militancia dentro del radicalismo y la recomposición de fuerzas.

Moreau siempre nos dice que su sector es el del progresismo. ¿Ustedes no son el progresismo?

Leopoldo Moreau tiene un discurso donde se atribuye la categoría de custodio de los valores y principios del partido. La forma en la que se expresa demuestra eso. Dice: “Los que le entregan el partido a De Narváez”, como si el partido fuera de él. Los dirigentes hacen propuestas, los militantes podemos equivocarnos, aceptar según las circunstancias y definir una alianza. Pero no se le entrega nada a nadie.

¿Usted es de los que creen que Moreau tiene buena sintonía con el Gobierno?

Evidentemente hay pequeños signos que lo revelan.

¿El Gobierno es un actor más en esta interna, aunque sea de manera colateral?

La posición que tuvo el bloque de diputados en el Parlamento provincial en relación al aumento que proponía el gobernador, y que llevó a la fractura del bloque, revela que por lo menos había conversaciones, guiños, entendimientos.

¿Qué UCR sueña para San Martín?

Hemos propuesto recuperar el partido. Para ello creo que nuestra lista es muy “vendible”. Me acompañan profesionales de larga trayectoria en medicina, abogacía. Como vicepresidente está Raúl Rodríguez, Delia Arbarello como secretaria, “Cacho” Meijeán. Combinamos gente con largo recorrido en el partido, pero también en las asociaciones civiles e intermedias.

¿Cuál es la fotografía actual que usted hace de San Martín?

Hay algo que nota toda la ciudadanía de San Martín. Tenemos un intendente como Katopodis, que demuestra su trayectoria, y con enorme compromiso social. Se lo ve como un hombre muy comprometido, muy llano, muy accesible para el vecino, aún en las barriadas más humildes. En contrafigura del intendente del Rotary que teníamos antes, Ricardo Ivoskus, que se rodeaba de su séquito y participaba con sus amigos desde un altar. En el déficit del gobierno municipal actual podemos nombrar que hay desorganización e improvisación en algunas áreas de gobierno. Se revela cuando se traen funcionarios que no son de San Martín para áreas claves. Demuestra que no hay equipo. Esa solución nunca fue buena en el distrito, desde la época de los conservadores nunca funcionó. Es un elemento importante a tener en cuenta, la multiplicidad de funcionarios también. Muchos para la misma función.

¿Hay una escuela por barrio para el día de las elecciones?

Exactamente. San Martín tiene 8 secciones electorales y en cada una va a haber un colegio asignado. En los próximos días vamos a informar sobre el padrón.

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