En el río revuelto de la campaña, se benefician los pescadores peronistas

En el río revuelto de la campaña, se benefician los pescadores peronistas

Todo tipo de denuncias cruzadas, de cualquier calibre, dio un inusitado tono de virulencia al proceso proselitista en la antesala de las PASO. Este escenario abrió posibilidades a un justicialismo que se las ingenia para sumar.

La campaña electoral chaqueña creció en virulencia hasta monopolizar los titulares periodísticos con denuncias de toda laya, pero -en medio del río revuelto- sacan ventaja los pescadores justicialistas porque actúan sobre la política de los hechos consumados y avanzan -sin rodeos- hacia el objetivo de coronar en las primarias quizás porque le atribuyan mayor importancia de las que realmente tienen para unas elecciones que en definitiva se dirimirán conforme a reglas de juego no especificadas recién el 20 de septiembre.

El justicialismo se las ingenia para marcar diferencia en una campaña encabezada por un gobernador que no es candidato, pero que tiene una sobrada experiencia en estas lides. Jorge Capitanich no sólo es el titular del Ejecutivo, también es presidente del partido gobernante desde que accedió al poder en 2007, después de perder en varias oportunidades en las que aprendió de sus propios errores.

Coqui suma donde otros restan y genera condiciones para acuerdos territoriales que fructifican en votos mientras los radicales se ensimisman en una estrategia de campaña que exhibe reflejos acotados, con buenas ideas, pero sin el impacto que el peronismo logra con sus demostraciones públicas.

La visita de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se produjo en un contexto monumental -con transmisiones en directo- en un acto multitudinario con toda la liturgia peronista, mientras que los referentes del Frente Vamos Chaco tuvieron hace pocas semanas a Mauricio Macri durante un día y medio en la provincia sin generar las condiciones para un contacto del candidato presidencial con la militancia.

Las diferencias se confirmaron en las últimas horas con el encuentro entre Aída Ayala y el gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, el único radical no kirchnerista en ejercicio pleno del poder, quien hasta ahora no se había involucrado en la política chaqueña y por primera vez accedió a expresar un apoyo concreto a la candidata radical. Sin embargo, lo que pudo haber sido presentado como un hecho histórico se dio a conocer mediante un  comunicado de prensa.

La decisión de Colombi de establecer una cabecera de playa en tierras chaqueñas obedece a ciertos enconos acumulados en los últimos tiempos contra Capitanich y en función además a encuestas que le proporciona Enrique Zuleta Pucceiro que muestran una elección reñida pero en la que Aída podría salir primera en las primarias. De hecho habrá apoyo logístico desde el gobierno de Corrientes para la ingeniera resistenciana.

La visión estratégica de Capitanich marca así una ventaja a favor del Frente Chaco Merece Más, que de esa manera compensa su principal déficit: la ausencia de su referente más fuerte en la fórmula gubernativa, que no tiene más opción que apoyarse en la figura del primer mandatario en la convicción de que con su omnipresencia en cada acto de campaña encabezará un triunfo electoral con carácter transitivo.

Y no está lejos de suceder. Las mediciones y sondeos muestran a Capitanich como el político con mejor imagen de la provincia producto de la ejecutividad demostrada en estos años, al punto que el interinato de Bacileff Ivanoff dejó de ser un problema para convertirse en una anécdota del pasado. Todo gracias a la persistencia de un gobernador que hasta se las ingenió para apadrinar a todos los candidatos del PJ desde una boleta polémica pero oficializada, aunque aún discutida en una controversia con final abierto y tiempos impredecibles que pueden estirarse aún después del 24 de mayo si la UCR se monta sobre los cuestionamientos realizados para fundamentar un planteo respecto a los cómputos.

El peronismo incluso gana en el terreno barroso de la campaña sucia. Mientras los radicales apuntaron a temas trillados como la desnutrición y el tráfico de influencias en la entrega de viviendas, el PJ golpeó donde más le duele a Aída Ayala con una denuncia de favoritismo en las licitaciones de obras y servicios públicos.

La intendenta y candidata a gobernadora reaccionó airadamente, con lo cual sus oponentes lograron hacerla bajar a la pelea en momentos poco propicios donde hay que concentrar las energías en la campaña. De todas formas, aunque demandara a sus acusadores por injurias, el daño ya está hecho en el tramo final de la campaña, frente a un electorado que decide con una mezcla de escepticismo y conservadurismo que  el PJ tratata de capitalizar.

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