Una reunión para evitar un papelón

Una reunión para evitar un papelón

El encuentro en la Casa Rosada se realizará dos días antes de la visita del presidente francés, quien tenía previsto un encuentro con los organismos de derechos humanos. La agenda con Macri incluirá los juicios a represores y la detención de Milagro Sala.

Por Victoria Ginzberg

El próximo jueves, el presidente francés François Hollande se reunirá con la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, y otros organismos de derechos humanos en el Parque de la Memoria. Mauricio Macri convocó a las Abuelas, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, HIJOS y Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas para el martes en la Casa Rosada. Se evitará así el papelón de que los representantes de instituciones reconocidas y respetadas internacionalmente sean recibidos por un presidente extranjero de visita en el país y no por el primer mandatario argentino.

Las Abuelas de Plaza de Mayo informaron ayer que el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, se comunicó con Carlotto para invitar a los organismos de derechos humanos a una reunión con el presidente de la Nación, el próximo martes 23 de febrero, a las 18.30 en la Casa Rosada. El Gobierno, en un primer momento, comunicó que el encuentro sería con Carlotto, sin mencionar otros organismos, pero luego, desde Abuelas, confirmaron que irían representantes de Madres de Plaza de Mayo - Línea Fundadora, H.I.J.O.S y Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. Señalaron que asistirían “con la esperanza de poder tratar todos los temas” que los preocupan en materia de derechos humanos.

“Habíamos solicitado una audiencia con el Presidente de la Nación el 8 de enero último, preocupados por las decisiones que comenzaba a tomar la nueva administración. Sin embargo, el Gobierno respondió que su agenda no le permitiría reunirse y por tal motivo fue el jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien recibió a todos los organismos, el 27 de enero”, recordaron las Abuelas.

Ese día, junto a Peña estuvieron Avruj y el ministro de Justicia, Germán Garavano. El presidente se había excusado a través de una carta en la que afirmaba que no tenía tiempo para encontrarse con las Madres y Abuelas. Pero ese mismo día pudo sacarse fotos en el museo Bellas Artes y reunirse en la Casa Rosada con el gobernador jujeño Gerardo Morales y el CEO del grupo Clarín, Héctor Magnetto. El Presidente dejó la Casa Rosada diez minutos antes de que entraran los integrantes de los organismos de derechos humanos. Ayer, Macri anunció que los recibirá. Se hizo tiempo justo dos días antes de la visita de Hollande.

La memoria de los crímenes cometidos en la Argentina durante el terrorismo de Estado forma parte de la agenda de muchos mandatarios extranjeros. Para Francia, que juzgó en ausencia, en 1990, al represor Alfredo Astiz por los secuestros de las monjas Alice Domond y Leonie Duquet, es una política de Estado. Si no se hubiera fijado la reunión del martes, se habría dado la situación paradójica de que un mandatario extranjero se encontraba con los organismos mientras Macri les negaba una reunión. Por motivos similares se puede explicar la presencia de Macri en la ex ESMA esta semana, después de no haber pisado el predio durante los ocho años en los que fue jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, podría visitar el sitio de memoria que funciona en ese lugar y hubiera sido “desprolijo” que el presidente argentino no lo conociera (ver aparte).

La agenda

Los organismos de derechos humanos se reunieron ayer en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo para comenzar a organizar la marcha del próximo 24 de marzo, cuando se cumplan 40 años del último golpe de Estado. El gobierno de Macri señaló que la conmemoración de esa fecha será uno de los puntos de la reunión. A los temas organizativos ordinarios (vallado, seguridad, escenario) se agregó en las últimas horas la novedad de la presencia de Obama en la ciudad de Buenos Aires. Además de la polémica que generó el hecho mismo de que el presidente de Estados Unidos viniera el 24 de marzo, entre los organismos de derechos humanos hay preocupación porque la seguridad extra que se requerirá durante la visita pueda afectar de alguna forma la movilización, que se espera multitudinaria. A eso se sumó, además, la posibilidad de que el presidente norteamericano vaya a la ex ESMA. “Creemos que es una provocación. No es con Obama, pero representa a Estados Unidos, un país que tuvo influencia en el golpe y en el armado del Plan Cóndor. Habrá que ver qué dice, pero sentimos que el hecho que de venga justo el 24 de marzo es una provocación”, dijo a Página/12 Carlos Pisoni, de HIJOS.

En la reunión con Macri, de todas formas, los organismos esperan poder abordar un abanico grande de temas, como lo hicieron con Peña. En aquella oportunidad, el momento más áspero fue cuando se hicieron críticas a varias decisiones tomadas a través de decretos. Pero las inquietudes van desde la desactivación de programas vinculados a políticas de Memoria, Verdad y Justicia y los despidos del área, la continuidad de los juicios a los represores, la búsqueda de los jóvenes apropiados, la identificación de los desaparecidos y el control de los ascensos militares, hasta la represión de la protesta social y el encarcelamiento de Milagro Sala. A la agenda se agregó ahora el nuevo protocolo del Ministerio de Seguridad para desalojar manifestaciones callejeras.

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