Resurgen los dilemas del dólar atrasado y de la suba de tarifas

Resurgen los dilemas del dólar atrasado y de la suba de tarifas

El deslizamiento del dólar de las últimas semanas y el retorno del alza de los servicios abren un nuevo escenario

Hay dos vertientes del esquema económico oficial que están actuando a pleno y frente a los cuales se encienden luces amarillas.

Uno es la baja del dólar y el otro el proceso de recomposición de las tarifas en medio del período de discusión de aumentos salariales.

La baja del dólar no genera sorpresa en los expertos que sostienen que la decisión oficial de financiar el déficit fiscal con crédito externo terminaría inexorablemente en un atraso del precio del dólar.

El mecanismo es transparente: el Ministerio de Finanzas, las provincias (Buenos Aires, Entre Rios, Córdoba y más) y varias empresas privadas, colocan bonos en el exterior para conseguir dólares.

Sólo el Tesoro Nacional recibió cerca de US$ 10.000 millones en lo que va del año. El Banco Central compró esas divisas, emitió los pesos y se los pasó a Nicolás Dujovne en Hacienda para atender los gastos.

Pero el Central se niega a comprar los dólares que traigan las provincias y las empresas porque, sostiene que eso implicaría más emisión y poner en riesgo su meta de 17% de inflación para este año.

Esos dólares, por tanto, van al mercado, aumentan la oferta y favorecen la baja del precio de la divisa.

Así el dólar vale casi lo mismo hoy que hace un año frente a una inflación que superó holgadamente 30%.

Esa quietud del dólar contribuye a serenar los precios de varios alimentos clave (harina, aceite, arroz, lácteos) pero inquieta a los exportadores que en el último tiempo vieron ceder sus precios de venta y subir sus costos y a los industriales que producen para el mercado interno. Tal vez por eso el viernes se rompió la monotonía y el Banco Nación hizo una pausa en la venta de divisas y el dólar repuntó.

Un indicador tradicional del atraso o no del precio del dólar lo dan las ventas de divisas para los turistas que se van al exterior del vacaciones. En enero, dato oficial, el saldo cambiario de la cuenta turismo arrojó un déficit de US$ 1.266 millones.

Más compras de dólares para turismo, y más para importar productos, caracterizan el panorama de la primera parte del año que cuenta en otro flanco con la continuidad de la recomposición de las tarifas.

Suba de la luz, de peajes, vendrá otro aumento del gas en abril pero, antes en marzo las familias deberán afrontar los gastos estacionales del alza de las cuotas de los colegios privados y del comienzo de las clases.

La decisión oficial de subir las tarifas de los servicios públicos para bajar los subsidios y mejorarle la rentabilidad a las empresas de energía choca en estas semanas con la del Banco Central de mantener la tasa de interés de referencia en 24,75% anual a la vez que dice que la inflación está bajando y que transita el andarivel del 15% anual.

En el sector privado aún se nota cierto “desconcierto”, usando palabras de la consultora Econviews por el 1,3% que midió el INDEC como aumento del costo de vida en enero. Ese desconcierto creció cuando el índice de precios de la Ciudad subió 1,9% alineándose con los datos de las consultoras privadas.

La ponderación que hace el INDEC del peso de los servicios públicos después de los aumentos de tarifas entre enero y abril del año pasado entró en un cono de sombra para los expertos.

Dólar e inflación a ritmo más lento siempre favorecen a los gobierno a la hora de discutir paritarias y en estos días todos piensan en clausulas “gatillo” para enfrentar eventuales saltos en los dos frentes.

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