El presidente de Heineken en España, Richard Weissend, ha anunciado la creación de una planta de biomasa para producir energía térmica en una ciudad española con los restos de olivar. La inversión será de 3,5 millones de euros. 

De esta manera, la cervecera multinacional da otro paso para incursionar en procesos eficientemente energéticos. Tiempo atrás, coincidiendo con el Día Mundial del Medioambiente, la empresa avanzó en los resultados conseguidos durante el último año en la lucha contra la huella de carbono, gracias a su programa Drop the C.

Esta iniciativa, integrada en la estrategia de sostenibilidad global, se inspira en la idea de eliminar la "C" del CO2, obteniendo como resultado solo oxígeno (O2) y asegurando que la temperatura del planeta no siga aumentando. La firma actúa para reducir activamente sus emisiones, calculando su huella de carbono en toda la cadena de valor e identificando las áreas donde se generan más emisiones, para reducirlas.

Los esfuerzos para minimizar emisiones de CO2 se centran en las áreas de producción, distribución, refrigeradores, envases y embalajes, así como en el cambio en el modelo de gestión de sus residuos hacia una "economía circular". Entre los logros del último ejercicio destacan los avances en la producción de cerveza, un área en la que se han superado los objetivos fijados para 2020 dos años antes de lo previsto, alcanzando en 2017 la disminución del 41% de las emisiones de CO2.

Esto supone que en las fábricas de Heineken España se elabora cerveza de forma eficiente, gracias a una gestión energética que contempla un 100% de energía eléctrica renovable, una mayor utilización de biogás y la valoración de otras fuentes de energía como la solar, la eólica o la biomasa.

Además, la empresa crece con su flota cada vez más renovable, con vehículos ECO de gas natural y camiones más ligeros; y con vehículos eléctricos a disposición de los empleados de sus oficinas centrales de Madrid y Sevilla.