Motivados por su pasión por el país, dos marplatenses decidieron llevar un poco de la tradición argentina a Río de Janeiro, y abrieron un espacio revolucionario bajo el nombre de Buenos Aires restó.

Se trata de un “kiosko” en las playas de Copacabana, donde los turistas pueden comer los más clásicos platos argentinos: choripan, empanadas, entraña, bife de chorizo, flan con dulce de leche, queso y dulce, y hasta tomar fernet.

La original idea, que llegó a Brasil para romper los esquemas culinarios, ya revolucionó la costa de ese país en pleno desarrollo de los Juegos Olímpicos.

“Nos gusta mucho Río por eso decidimos pensar en un proyecto distinto y llevar un poco de nuestra tradición allá”, contaron a 10 Ahora y aseguraron que están muy entusiasmados con el emprendimiento, que no para de crecer.

“Buscamos salir de lo tradicional”, explicaron respecto a la movida que empezó a tomar forma en marzo de este año y se hizo realidad con el empujón extra de los Juegos Olímpicos.

El kiosko, como llaman los brasileros a los chiringos playeros, está ubicado frente al mar en uno de los puntos más turísticos de Brasil y recibe a miles de personas por día. Desde su inauguración, el 15 de julio, el proyecto crece día a día y sorprende a sus visitantes con aromas y sabores bien argentinos.