“Hay responsabilidad solidaria entre desarrolladores, los municipios y la Provincia”

“Hay responsabilidad solidaria entre desarrolladores, los municipios y la Provincia”

La geógrafa e investigadora Patricia Pintos analizó las transformaciones operadas en la cuenca del río Luján durante los últimos años. En cuanto al avance inmobiliario destacó la necesidad de que “el Estado recupere la capacidad de gestionar el territorio”.

La geógrafa e investigadora de la Universidad Nacional de La Plata, Patricia Pintos, es una de las voces más críticas al avance del desarrollo inmobiliario en los humedales que conforman la cuenca del río Luján. En diálogo con este medio, la especialista analizó las transformaciones que terminan por agravar las consecuencias generadas por fenómenos climáticos adversos. Marcó como imprescindible la necesidad de que el Estado, en sus distintos niveles, recupere la capacidad ordenadora del territorio en función del bien común. 

- ¿Cómo se combina este fenómeno climatológico con las modificaciones realizadas en toda la cuenca? 

- Es una combinación fatal. No se puede desconocer que es un fenómeno climático excepcional pero que se reitera. Tampoco se pueden desconocer los cambios que consolidan la situación de gravedad. Por un lado, en la cuenca alta, es bien conocido todo el aporte de los canales clandestinos que tratan de evacuar el excedente hídrico para resolver la afectación que el agua tiene sobre los cultivos, algo que incorpora un aporte hídrico muy importante al caudal natural que el río tiene. Y en la cuenca baja, la interferencia del modelo de urbanizaciones cerradas en humedales que viene transformando cuantiosas superficies. Cuando el río atraviesa la ruta 8 y entra en la fase estuarial, es ahí donde los humedales están siendo destruidos en pos de un modelo urbanístico depredador. Los humedales tienen una capacidad absorbente muy importante y reducir la superficie es atentar contra un factor que podría ser positivo en una situación extraordinaria como esta. Desde hace unos 15 ó 20 años los humedales han sido transformados y la superficie se redujo dramáticamente. Solamente en la cuenca baja hay más de 9 mil hectáreas de humedales que se han perdido en manos de desarrolladores inmobiliarios. No solo se han perdido, sino que el avance inmobiliario lo que hace es una modificación profunda sobreelevando el terreno y generando un obstáculo al escurrimiento del agua. Esto explica que el agua permanezca tantos días sin poder bajar. Luján se ha inundado históricamente, lo que ha cambiado es el patrón de inundación, la forma en la que se expresa. Los períodos de bajante son cada vez más largos. 

- ¿Qué se puede esperar de posibles obras hidráulicas? 

- Son paliativos que quedan frente a una situación tan extrema como esta. No hay forma de resolver el problema de las inundaciones sin inversión en obras de infraestructura hidráulica. Pero tampoco es algo que se resuelva con obras localizadas en un distrito. Esto requiere inversiones a lo largo de toda la cuenca, porque las inundaciones no se resuelven distrito por distrito. Si se quiere resolver el problema, hay que pensarlo desde un criterio de cuenca, con los intendentes sentados a la misma mesa y estableciendo acuerdos. El río Luján es un sistema donde cualquier modificación que se haga a lo largo de su trazado tiene incidencia en los demás sectores del río. Por ejemplo, si los municipios que están en la cuenca alta no vigilan la construcción de canales clandestinos, los perjuicios los tienen todos los municipios. Lo mismo si el municipio de Tigre sigue habilitando nuevos emprendimientos inmobiliarios en humedales. No hay soluciones mágicas sino obras de infraestructura que impliquen acuerdos intermunicipales. 

- A pesar de existir un Comité de Cuenca, ¿por qué cree que nunca se logró esa articulación entre municipios? 

- Probablemente porque no son los intendentes los que están a la cabeza del problema. En general, en las reuniones participan los cuadros político-técnicos y en realidad no está ahí el fuerte de la decisión política. Me parece que frente a eventos dramáticos con costos sociales y económicos tan altos, no se trata de resoluciones que puedan trasladarse a los cuadros político-técnicos. Son los intendentes los que tienen que tomar las decisiones en conjunto a través del Comité de Cuenca para definir las acciones que tiendan a resolver el problema. 

- Evidentemente hay municipios que establecieron patrones de desarrollo urbanísticos muy claros. 

- Me parece que el intendente de Luján debiera pedirles cuentas a los intendentes de Escobar y Tigre, porque lo que le pasa a Luján no es un problema exclusivo de Luján. El río es un sistema hidráulico con una dinámica particular, y en la medida en que un municipio de cualquier lugar de la cuenca habilita una transformación tan extrema genera impactos que se perciben en el resto de la cuenca. Esto es algo que los intendentes deben tener claro para poder sentarse a la mesa y concertar políticas de cuenca. Por ejemplo, en Pilar se sancionó una ordenanza municipal en 2012 que prohibía la construcción en humedales. Se derogó el año pasado y curiosamente muy poco tiempo después se aprobó un emprendimiento que se llama Verazul. No podemos hacernos los distraídos ante estos procesos, porque tienen una materialidad municipal pero con efectos territoriales mucho más amplios. 

- ¿Qué responsabilidad tiene la Provincia en la habilitación de estos proyectos inmobiliarios?

- El rol primario en el ordenamiento del territorio, según la ley 8.912 de 1977, recae en los municipios. Pero luego se requieren las convalidaciones técnicas provinciales y de un decreto del gobernador. Si bien los municipios pueden otorgar una localización a un emprendimiento, luego eso va a la instancia provincial para que se den los certificados de factibilidad técnica en materia urbanística (Ministerio de Infraestructura), ambiental (OPDS) e Hidráulico (Autoridad del Agua). En última instancia hay una responsabilidad de la Provincia que puede denegar esos certificados. También hay que pensar en la práctica de los desarrolladores inmobiliarios. Comienzan con los movimientos de suelo y en algunos casos terminan con ese alteo del humedal cuando todavía no cuentan con ninguna de estas factibilidades técnicas. Luego se terminan aprobando los hechos consumados. Si la Provincia no ejerce el poder de policía que le cabe, se terminan convalidando hechos consumados. Los desarrolladores inmobiliarios ya saben que la cosa funciona así. 

- Es evidente que hay un dejar hacer.

- Por eso digo que hay responsabilidad solidaria entre desarrolladores, los municipios y la Provincia. Esto no se da por obra del espíritu santo. Esto sucede porque hay una voluntad, ya sea por acción o por omisión, de que suceda. Evidentemente los municipios no se han hecho responsables de la gestión del territorio y han dejado eso librado a las dinámicas del mercado y también son colaboradores y funcionales con ese desarrollo inmobiliario al facilitarles servicios. Acá lo que debe primar es la defensa del interés público, porque los mayores perjudicados no son los sectores más acomodados de la sociedad, los perjudicados son los sectores más vulnerables. Si nosotros vemos cuáles son los barrios que están con el agua hasta la cintura, son aquellos más vulnerables. Por eso es importante que el Estado, en todos sus niveles, recupere la capacidad de gestionar el territorio y la capacidad planificadora, tiene que volver a legitimarse en el territorio.  

OBRAS

- Cuando se habla de posibles obras hay distintas propuestas. Como equipo de investigación, ¿tienen ustedes definidas posibles soluciones? 

- No soy ingeniera hidráulica, mi mirada está centrada en las interferencias sociales a la dinámica de escurrimiento de la cuenca más que a las formas de resolución técnica. Pero está claro que los técnicos hidráulicos saben cómo resolver esto. De hecho hay partidas presupuestarias de la Provincia que están siendo subejecutadas y no tienen la continuidad en el tiempo. El nivel provincial tendrá que encontrar la forma de canalizar los recursos de la manera más eficiente para la ejecución de obras. Igual las obras son un paliativo a situaciones que si se hubiera hecho una buena gestión del territorio no serían requeridas.   

- Además de las obras, ¿qué posibilidades existen de revertir algunos de estos daños en los humedales? 

- En algunos municipios, como Tigre y Escobar, existen causas judiciales que van contra los perjuicios materiales y ambientales, pero también contra las pérdidas de vidas, como resultado de las responsabilidades que les caben a los municipios, a la provincia y también a los desarrolladores inmobiliarios en términos de haber producido estas transformaciones con muy escasos o nulos recaudos. Habrá que estudiar adecuadamente con qué criterio y profundidad han sido dadas las habilitaciones municipales y provinciales para deslindar las responsabilidades. Lo que está claro es que nunca se hizo un estudio de los impactos aditivos que tienen la sucesión de mega emprendimientos a lo largo de la cuenca. La Autoridad del Agua otorga las factibilidades a cada emprendimiento, pero no hace un estudio integral de cuál es el impacto que tiene la sucesión de mega emprendimientos. 

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