La reforma de la ley que combate la trata de personas fue sancionada por unanimidad. Los diputados consumieron nueve horas de debate donde prevaleció la necesidad de respaldar la norma aunque ello no evitó las críticas y las chicanas por parte de la oposición. Con la presencia de Susana Trimarco, la mamá de Marita Verón, los 224 legisladores presentes respaldaron la ley que otorga mayor protección a las víctimas, anula el consentimiento como atenuante penal para los proxenetas y crea un consejo federal para coordinar políticas en todo el país.

La intención del oficialismo fue siempre aprobar el proyecto tal como vino del Senado y así sucedió. El titular de la comisión de Legislación Penal, Oscar Albrieu (FPV-Río Negro) afirmó que la norma será efectiva "si se logra erradicar la mentalidad machista y patriarcal de los que aplican la ley". El consenso de las fuerzas políticas abarcó a todos los bloques pero tuvo un límite, al menos para la oposición que no desdeñó la oportunidad para señalar un supuesto oportunismo del oficialismo. A estos bloques poco les importó la solicitud de algunos legisladores del FPV, como Mara Brawer, para "abandonar las chicanas porque así no se combate este delito, como tampoco se lo realiza abrazándose con propietarios de cabaret".

El radicalismo se valió de la vieja táctica de una de cal y otra de arena. Por caso, la radical María Luisa Storani valoró la reforma a la actual Ley de Trata pero lamentó que el oficialismo "no haya querido discutir las modificaciones durante todo el año y minimizó la ley hasta que la presidenta llamó a sesiones extraordinarias tras la sentencia del caso Marita Verón”. El PRO, que respaldó también la ley, eligió englobar a todos los bloques en la responsabilidad por la demora que, en realidad, sonó más un intento de diluir la propia que, cuando existía el Grupo A, no les interesó incluirlo en la agenda de leyes a sancionar. El único que reconoció este yerro opositor fue Gustavo Ferrari, del PJ disidente.

Los representantes del FPV repudiaron estos argumentos y dieron cuenta de las políticas de Estado que se vienen aplicando desde 2003 y que incluye la sanción en 2008 de la ley que ayer se modificó. "Son pasos concretos que seguimos dando para responder las necesidades del pueblo, pero se nos crítica desde la hipocresía", afirmó Mayra Mendoza (FPV-Buenos Aires).

Antes de que el presidente de la Cámara Baja, Julián Domínguez, convocara a votar el responsable de cerrar el debate fue Agustín Rossi. El jefe del bloque del FPV reivindicó todas las normas, como la actual, que otorga herramientas a la justicia para defender los derechos de la mujer y coincidió con su colega radical, Ricardo Gil Lavedra, en la necesidad de "terminar con la legitimización y aprobación social de pagar por tener sexo" y pidió el compromiso de todos los diputados varones a no recurrir jamás al uso de la prostitución. «

todo por una foto con susana

Susana Trimarco llegó a Diputados cuando promediaba el debate. Ocupó uno de los palcos junto a la senadora tucumana Beatriz Rojkés de Alperovich, coautora de la norma que ayer se sancionó. Recibió un largo aplauso de los legisladores presentes. Ella agradeció con una foto de Marita que apretaba sobre su pecho. Su nombre y el de su hija estuvo en cada uno de los discursos pero también ella fue objeto de la búsqueda casi desenfrenada de algunos legisladores por tomarse una foto. Es lo que ocurrió cuando Trimarco bajó al Salón de Pasos Perdidos y varios diputados radicales se estorbaron para poder fotografiarse con ella.