Un respaldo ante la persecución

Un respaldo ante la persecución

Integrantes de la agrupación 18J le expresaron su solidaridad al ex canciller por la acusación de encubrimiento del atentado –que consideran injusta– que pesa sobre él a partir del fallo de la Justicia federal en la causa del Memorándum con Irán.

 

Familiares de víctimas del atentado a la AMIA visitaron ayer al ex canciller Héctor Timerman –con prisión domiciliaria– para expresarle su solidaridad por la acusación de encubrimiento, que consideraron injusta,  que pesa sobre él a partir del fallo de la justicia federal en la causa del Memorándum con Irán.

“La imputación contra ex integrantes del Poder Ejecutivo, entre los que se encuentra Héctor Timerman, será recordada como uno de los procesos judiciales más infames de la historia argentina. De la misma manera que la original causa AMIA, que fue anulada debido al ‘sembrado’ de pistas falsas, los encubrimientos varios, las acusaciones fraguadas y la adulteración de pruebas, el presente proceso contra quienes bregaron por la continuidad del juicio a los acusados iraníes –entre los que se encuentra el ex canciller– figurará, sin dudas, como uno de los ejemplos más vergonzosos y abyectos de la historia judicial argentina”, escribieron los familiares nucleados en la asociación 18 J en octubre del año pasado, pocos días después de la imputación contra una decena de ex funcionarios del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

 

Después de difundir ese texto, los familiares quisieron ver a Timerman en persona y acercarle una palabra. “Nosotros te creemos”, abrió la conversación Olga Degtiar, la mamá de Cristian, asesinado el 18 de julio de 1994 en la voladura de la mutual judía, a los 21 años. Unos minutos antes el propio ex canciller había abierto las puertas de su departamento en el barrio de Palermo a Olga y Juan Degtiar y Graciela Linial de Furman. Caminaba con dificultad y se lo veía muy debilitado, a causa del cáncer que lo obliga a un tratamiento intensivo.

Los familiares de víctimas que componen la asociación 18 J valoraron la tarea de Timerman y la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner para que la causa AMIA saliera de la parálisis judicial en la que se encontraba para el añi 2013. Consideraron que el Memorándum de Entendimiento con Irán era la forma de encausar el juicio contra quienes, según el fiscal Alberto Nisman, eran los responsables del atentado: los iraníes Ali Akbar Velayati, Mohsen Rabbani, exagregado cultural en Buenos Aires; Moshen Rezai, exjefe de la Guardia Revolucionaria; Ali Fallahian, exministro de Inteligencia; a Ahmad Vahidi, comandante de las fuerzas QUDS y Ahmad Asghari, exsecretario de la embajada de Irán en la Argentina, entre otros.

 “La persecución a Cristina Fernández de Kirchner y a mí es una forma de esconder que la dirigencia de la AMIA y la DAIA y los sectores halcones de Israel no quieren que haya un juicio” por las responsabilidades por la voladura de la mutual judía, dijo ayer el ex canciller a los familiares de las víctimas.

Timerman recordó que en una reunión con su par israelí Avigor Lieberman –hoy ministro de Defensa– el funcionario le trasmitió que él no creía en el proceso judicial porque “a Irán ya lo declaró culpable la opinión pública”. En oposición a esta postura, el ex canciller destacó que en la Argentina es la Justicia la que determina las responsabilidades por los delitos de lesa humanidad, tal como sucedió a partir de la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final con los juicios por los crímenes cometidos durante la última dictadura cívico militar.

  El ex ministro de relaciones exteriores advirtió que el arresto domiciliario que pesa sobre él y es para evitar que se avance con el juicio y la investigación por las responsabilidades del atentado que dejó 85 muertos y más de 200 heridos. Sobre este punto, los familiares señalaron una contradicción: mientras Timerman está en prisión domiciliaria, ninguno de los 13 imputados en el juicio por encubrimiento del atentado, que lleva adelante el Tribunal Oral Federal 2 está en prisión domiciliaria o en cárcel común: todos esperan asisten al juicio en libertad. Dicho juicio, que comenzó en agosto de 2015 y que aún está en proceso, tiene entre sus acusados al ex presidente y actual senador Carlos Menem; el ex jefe de Inteligencia Hugo Anzorreguy; el ex juez Juan José Galeano; los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia; al presunto entregador de la Traffic Carlos Telleldín; su pareja Ana María Boragni; el ex titular de la DAIA Rubén Beraja y el ex titular dela Policía Metropolitana Jorge “Fino” Palacios.

Timerman criticó a la dirigencia de la DAIA, que creyó en la versión del canciller iraní Mohammad Javad Zarif, quien afirmó que el Memorándum entre la Argentina e Irán llegó a ponerse en vigencia y sostuvo que el texto del acuerdo implicaba el levantamiento de las alertas rojas de Interpol que pedían la captura internacional de los iraníes acusados por la voladura de la mutual judía en 1994.

“Escuchar a (el presidente de la DAIA Ariel) Cohen Sabban validar los dichos del canciller iraní es como que nosotros creamos la versión de (el ministro de propaganda del Tercer Reich Joseph) Goebbels sobre cómo fue el Holocasuto”, enfatizó Timerman.

Degtiar también cargó contra la dirigencia de AMIA y DAIA por aislar a algunos familiares de víctimas y no considerar sus opiniones e ideas. “Mi hijo Cristian, al igual que Fabián, el hijo de Graciela estaban trabajando ese día en el edificio de la AMIA. Digo esto porque creo que deberían considerarme. No estoy de acuerdo con el juicio en ausencia”, enfatizó Olga. El juicio en ausencia es la de las alternativas que propone el Gobierno para juzgar a los presuntos responsables por la causa AMIA. Para llevarlo adelante habría que modificar el Código Penal dado que el vigente no prevé dicha opción.

El encuentro, que se extendió por poco más de una hora en la que no paró de llover, cerró con una foto de los familiares con Timerman en su biblioteca, donde resaltan libros sobre el conflicto palestino-israelí, textos de liturgia hebrea y de historia política argentina. El ex canciller  dedica tiempo por estos días a leer y a escribir, para transmitir información fidedigna sobre lo sucedido. No quiere ser injustamente juzgado por la opinión pública.

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