Un remedio casero para frenar la enfermedad es el método que quieren aplicar en la Empresa Provincial de Transportes para deshacerse de los trolebuses casi en desuso que se adquirieron en Vancouver.

La compra de estos 80 colectivos canadienses se realizó durante la gestión de Celso Jaque en 2008. Según el Gobierno, la idea era comprar vehículos baratos –cada uno se adquirió a un valor cercano a los US$ 2 mil, aunque por los gastos de traslado, la provincia terminó gastando más de $2 millones por su compra– para que circularan por un tiempo breve hasta que se renovara la flota, aunque actualmente, cinco años después, estos vehículos siguen circulando.

En su momento, un diario canadiense se había mofado de la provincia catalogando a los troles de “trastos viejos que habían cumplido con su vida útil” y además, los criticaban por su confección, ya que explicaba que tenía escaleras muy altas, difíciles de usar para las personas con discapacidad. Justamente ese inconveniente fue el más criticado por los usuarios mendocinos.

En contraste, y teniendo en cuenta las compras en el extranjero, recientemente el intendente de la Ciudad de Córdoba, Ramón Mestre, compró siete unidades a una firma rusa por un valor de US$ 250 mil, cada uno, pero 0 kilómetro y con todas las comodidades para el acceso de personas con discapacidad y embarazadas.

Mendoza también tiene un historial de compras de colectivos a los rusos. Durante el gobierno de Santiago Llaver (1983–1987), la provincia adquirió una buena cantidad de trolebuses, en ese entonces, soviéticos.

Una esperanza

El reemplazo de las unidades canadienses se está realizando de a poco por colectivos con motor ecológico, realizados en la provincia que pueden funcionar sin los cables de electricidad.

Estos vehículos comenzaron a utilizarse en 2013 y aunque actualmente son minoría los que están en circulación, desde el Gobierno prevén que puedan reemplazar a los viejos colectivos canadienses.

Estas unidades son confeccionadas a medias, entre la provincia y la empresa cordobesa Materfer. Estas unidades cuentan con las comodidades para que lo utilicen discapacitados y embarazadas.