Renunció el hermano de Garré y cedió la protesta

Renunció el hermano de Garré y cedió la protesta
Por Mariano Obarrio |

Un día después de que dos ministros defendieran el decreto 1307, que afectó los salarios de los prefectos y gendarmes, el gobierno de Cristina Kirchner comunicó ayer la renuncia de Raúl Garré , hermano y jefe de gabinete de la ministra de Seguridad, Nilda Garré, autor de la norma que desató la crisis. Horas después, se levantó la protesta, que duró 8 días.

Para entonces, el Gobierno ya había abierto una negociación con la Prefectura y la Gendarmería , en la que ofreció informalmente mejoras en los haberes de las categorías más bajas.

Fuentes de la Casa Rosada indicaron a LA NACION que se dispondrían aumentos en los salarios mínimos, mediante nuevos suplementos no remunerativos, "en negro", sin incrementar el sueldo básico. Se eliminarían para eso las restricciones del decreto 1307, que prohíbe acumular dos o más adicionales. Pero no se derogará ni modificará el decreto para no admitir el error.

Según las fuentes, se dictaría una resolución ministerial que reglamente el decreto. El compromiso es que los grados de marinero y gendarme, los más bajos de los suboficiales, pasen a cobrar más de 7000 pesos en bruto y 6600 en la mano.

Los beneficios serían para escalas bajas y medias de suboficiales, hasta Ayudante Primero (Prefectura) y Sargento Ayudante (Gendarmería). Si las promesas no se cumplieran, lo que no hay que descartar, se reanudarían las protestas.

La negociación, en la máxima reserva, fue encabezada por el secretario de Seguridad, Sergio Berni, con asistencia del subsecretario de Asuntos Jurídicos, Esteban Rosa Álvez, en línea directa con el ministro de Economía, Hernán Lorenzino. La ministra Garré no participa de esa gestión, indicaron las fuentes .

Berni y Rosa Álvez iban a recibir ayer a la Gendarmería y a la Prefectura, pero debieron cancelar la reunión para asistir a la Casa Rosada para participar de un acto de la presidenta Cristina Kirchner sobre la ley de medios (de lo que se informa por separado).

Pese a que la gestión era oficiosa, las cúpulas de las fuerzas la comunicaron de boca en boca a los suboficiales, que abandonaron la protesta con el pretexto de la convocatoria de sus jefes a no abandonar sus puestos.

El clima se descomprimió por la mañana cuando se publicó en el Boletín Oficial el decreto 1891, que dispuso la aceptación de la renuncia de Raúl Garré. Cristina Kirchner se la pidió anteayer a la ministra Garré, quien se la transmitió a su hermano.

Tal como informó LA NACION el domingo pasado, la Presidenta había puesto en la mira a Raúl Garré por ser el ideólogo del decreto 1307, que produjo fuertes recortes en los sueldos de prefectos y gendarmes y que desataron hace nueve días la peor crisis salarial que se recuerden en las fuerzas de seguridad.

Hasta anoche, en Seguridad dijeron a LA NACION que no hay reemplazante. Pero Rosa Álvez, que había colaborado con Raúl Garré en el decreto 1307, quedó a cargo de mejorar los sueldos en mano y superar el conflicto.

Cerca de Garré informaron además que la renuncia de su hermano obedeció a "razones de carácter político", por "encabezar la comisión que administraba la política salarial de las fuerzas" y no haber advertido "la mala liquidación de los sueldos" por parte de las cúpulas de las fuerzas que "le tendieron una cama".

Anteayer, el jefe del Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el ministro de Economía, Lorenzino, habían culpado por la "mala liquidación" a las dos fuerzas.

En esa línea defendieron a rajatabla el decreto 1307 y aseguraron que mejoraba los salarios para todos los suboficiales. Sin embargo, en Seguridad admitieron a LA NACION que habría mejoras en los sueldos. "Están previstas en el decreto 1307 por la posibilidad de compensar con cuatro suplementos", dijo un allegado a Garré.

En rigor, el decreto establecía cuatro suplementos no remunerativos, pero los restringía a que cada agente no podía percibir más de uno solo. Con la reglamentación se flexibilizaría, y los suboficiales podrían cobrar dos o más adicionales.

Los sublevados habían reclamado en su petitorio un salario mínimo de 7000 pesos y en blanco. Sin embargo, tras el desgaste del conflicto, y en medio de una fuerte expectativa, esta salida sería aceptada.

La crisis le salió cara al Gobierno. Luego del recorte salarial del decreto 1307, ahora deberá pagar una mayor masa salarial que antes de ese decreto. El impacto fiscal no se calculó aún porque faltan definir las nuevas escalas.

La Prefectura paga en forma anual 2491 millones de pesos en sueldos, de los cuales 791 millones son adicionales no remunerativos. La Gendarmería abona 4739 millones, de los cuales 1134 millones son "en negro".

Ahora, sólo aumentarían los pagos "en negro", por lo cual las mejoras no se trasladarán a los retirados, no tributarán aportes jubilatorios, cargas sociales ni sumarán para el aguinaldo.

La ministra Garré quedó golpeada en el Gobierno tras la renuncia de su hermano, aunque mantiene el respaldo de la Presidenta. Su mayor aliado es el jefe del Gabinete, Abal Medina, que desde su infancia tuvo una relación casi filial con Garré y su hermano. La ministra convivió durante los años 70 con Juan Manuel Abal Medina padre, uno de los ex jefes de Montoneros, hasta que éste se exilió en México, donde aún vive. Por ende, Abal Medina fue quien más salió en su defensa.

Raúl Garré redactó el decreto 1307 en contra de la opinión de las fuerzas y de Berni, con quienes había acordado otra norma más beneficiosa para los suboficiales. Y a último momento incumplió aquel acuerdo.

El hermano de la ministra

Raúl Garré fue removido por decreto ayer

Asesor principal

Era el jefe de gabinete de su hermana, la ministra de Seguridad, Nilda Garré. La había acompañado también en el Ministerio de Defensa durante toda su gestión

El ideólogo

A él se le atribuye haber diseñado el esquema salarial de las fuerzas de seguridad que quedó consignado en el decreto 1307, que despertó la protesta

Pases de factura

En el Gobierno acusaron a la ministra; ella se desprendió de su hermano

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Del editor: qué significa.

La protesta terminó sin una solución definitiva. La ministra Garré quedó debilitada y arrastra el desafío de desactivar el malestar en las fuerzas federales.

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