Luego de las tareas de demolición en el interior del edificio, ahora el Municipio está renovando todas las instalaciones y la conexión eléctrica. El proyecto prevé mejorar la infraestructura de la unidad sanitaria y ampliar su servicio para que la guardia empiece a funcionar las 24 horas.

La obra incluye la instalación de consultorios de guardia que funcionarán de manera independiente al sector donde se atienden las urgencias. La idea es separar el servicio entre los pacientes que requieren atención inmediata de aquellos que no revisten cuadros de gravedad. “De esa manera, los vecinos contarán con una capacidad de respuesta mucho más rápida por parte de los profesionales médicos”, detalló el secretario de Salud, Hernán Forli.

La sala de Caraza contará con las especialidades en odontología, psicología, pediatría, traumatología y ginecología. En tanto, tendrá una farmacia más amplia, un auditorio donde se pondrán realizar charlas y reuniones y un sector administrativo en la parte superior que estará completamente equipado para que los médicos puedan trabajar en condiciones dignas.

El intendente, Néstor Grindetti, recorrió las obras junto al subsecretario de Obras Públicas de la Nación, Jorge Sabato, y destacó los trabajos realizados hasta el momento. “Vamos a seguir esforzándonos para darle a los vecinos el servicio de salud que necesitan”, indicó.

La reconstrucción de la Sala Miranda Norgreen comenzó en febrero y finalizará a fines de julio. Fue financiada por el Gobierno en el marco de un convenio de cooperación firmado con el Municipio por un monto de $10.059.052. Y se suma a las reformas que a fin de año concluyeron en Unidad Sanitaria Nicolás Natiello de Monte Chingolo.