Con renovadas promesas de ajuste y austeridad, Garayo asume en CALF

Con renovadas promesas de ajuste y austeridad, Garayo asume en CALF
El dirigente retomará hoy la conducción de la cooperativa. Tiene pensado realizar una auditoría para actualizar los números y dice que el objetivo es dar más servicios con la misma estructura.
Después de dos meses de haber dejado la conducción y luego de una fuerte puja política interna, Fernando Garayo asumirá hoy nuevamente como presidente de CALF. El objetivo, según recordó, será aplicar un ajuste y un control de gastos, pero también tratar de generar más servicios y asociados con la misma estructura que actualmente tiene la cooperativa.

Garayo aseguró que la primera medida que tomará será la de realizar una auditoría para conocer los números exactos de las cuentas que, hasta el 28 de febrero, arrojaban una deuda de 66 millones de pesos y una pérdida mensual de 3 millones de pesos.

El dirigente aseguró que el objetivo es trabajar de manera transparente de cara a los asociados, sanear las cuentas y proyectar un crecimiento de la cooperativa.

Vuelve a asumir la conducción de la cooperativa. Parece increíble, ¿no?

Hemos seguido todos los pasos que corresponden legalmente y nos hemos manejado con respeto a las instituciones y a las normas que se rigen para este tipo de cosas. La Justicia nos dio la razón.

¿Qué cree que piensa la gente cuando ve todas estas pujas por la conducción de CALF?

La gente que está interiorizada del tema sabe realmente lo que sucede. La gente, en general, debe tener una confusión importante. Por eso creo que todo esto ha servido para que se sepa que hay dos propuestas diferentes de conducción.

¿Y a partir de ahora cuál es el panorama?

Nosotros tenemos un proyecto y un plan estratégico para la cooperativa. Sabemos que la cooperativa tiene una situación difícil y necesitamos una cooperativa que se modernice, pero que sea austera para poder salir de la crisis financiera y económica: de la financiera, porque tiene una pérdida importante mensual, y de la económica, porque tiene una deuda que arrastra. A partir de mañana (por hoy) haremos una auditoría de todo lo sucedido, porque nosotros estuvimos hasta el día 28. Pondremos auditores para hacer un corte y arrancaremos para buscar las soluciones de acuerdo a nuestro plan estratégico.

¿Les genera alguna desconfianza?

No. Es una cuestión que tenemos que trabajar seriamente y transmitirle a la sociedad que lo que estamos haciendo es de la mejor manera posible.

¿Y cómo quedó la relación con los otros sectores?

En toda confrontación todas las partes ponen lo mejor para alcanzar el objetivo. Nosotros pusimos lo nuestro porque creíamos que era el plan con el que nos habíamos comprometido ante la sociedad. Luchamos por esto y cada sector luchará por lo que cree que es más importante.

Las cooperativas de servicios públicos están, en general, en una situación difícil. ¿A qué se debe?

Esta es una cooperativa que presta un servicio concedido por un municipio. Las tarifas no son libres. Tienen que ser aprobadas por quién te concede el servicio. Los costos van aumentando porque los distintos gremios van subiendo el valor de la masa salarial. Y las cooperativas se encuentran con un costo mayor que el que alcanzan a recaudar a través de las tarifas. El trabajo de adaptar las tarifas a la realidad es más lento.

Siempre hay una resistencia de los sectores políticos a aprobar aumento de tarifas…

Lo que pasa es que hay una realidad. Durante los últimos años, hubo una política populista a nivel nacional. En todas las políticas populistas los servicios públicos siempre están más retrasados en cuestiones tarifarias porque afectan a los sectores de menores recursos. Durante los últimos años en la Argentina los subsidios a los servicios públicos fueron muy importantes. Mientras el Estado tuvo dinero pudo subsidiar, pero cuando se le complica comienza a quitar los subsidios.

¿Qué tipo de ajuste hay que hacer en la cooperativa para equilibrar las cuentas?

Hay que hacer un ajuste importante en funcionamiento y en costos. Hay que buscar la manera de bajar los gastos de la cooperativa, respetando en todo momento al personal, que es lo más importante que tiene.

¿Y qué otro tipo de ajuste se puede hacer?

Esta es una cooperativa que tiene tres partes: una, que es la más importante, es la energética; una parte que es la de servicio social, que es la del servicio de sepelio; y una de telefonía, que se da en Plottier. Cada una arrastra distintos tipos de pérdidas.

¿Cuánto es el volumen que se necesita ajustar para empezar a generar un equilibrio?

Lo teníamos cuantificado hasta el 28 de febrero. Una vez que hagamos la auditoría lo tendremos actualizado. En determinado momento la deuda era superior a los 66 millones de pesos y una pérdida operativa de 3 millones de pesos mensuales. Hubo una actualización del 9,4 en la tarifa que se dio en los primeros días de enero y se empezó a aplicar en la factura de marzo. Habría que ver cómo quedó la escala de ingresos y egresos.

¿Con este crecimiento de la ciudad pierden mucha energía?

La realidad es que hay que trabajar sobre las pérdidas. Hay distintos tipos de pérdidas. Neuquén tiene un problema con los asentamientos y las tomas, que es un tema que se estaba trabajando en conjunto con la provincia y con el municipio. Después hay casos como el de Balsa Las Perlas, que también se había empezado a trabajar.

¿La interna del MPN juega adentro de la cooperativa?

Creo que no. La cooperativa es de todos los asociados y allí dentro hay muchas expresiones políticas. Uno puede estar de un lado o del otro, pero esto no tiene nada que ver. Después, cada partido tendrá su interna y cada uno participará del lado que crea necesario.

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