El relato de Temer se basa en el ajuste

El relato de Temer se basa en el ajuste

El gobierno de Brasil quiere reformar el sistema público de pensiones, al que considera deficitario, y pretende revisar los programas sociales impulsados por los gobiernos de Lula y Dilma en los últimos trece años.

Con un tono optimista pero que no se despega del ajuste como alternativa, Michel Temer afirmó que la economía brasileña va recuperándose, en un discurso ciento por ciento neoliberal. Desde Goa, India, el presidente de Brasil afirmó ayer que la crisis será superada en base a responsabilidad fiscal y social. “Ya comenzamos a recoger los frutos. Brasil está de nuevo en la pista”, sentenció el líder conservador, referente del centroderechista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), en el marco de la cumbre del grupo de los Brics, conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. El mandatario sostuvo que el Fondo Monetario Internacional estima que para 2017 finalizará la recesión y volverá el crecimiento del PBI al país latinoamericano. En su diálogo con el primer ministro de India, Narendra Modi, y los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; China, Xi Jinping; y Sudáfrica, Jacob Zuma, Temer resaltó además: “La inflación de Brasil ha cedido, y en septiembre tuvimos el menor índice para ese mes desde 1998. Ya es posible verificar la reversión de expectativas, con decidida elevación de los niveles de confianza de los agentes económicos”.

Según informó el sitio oficial Portal Planalto, el presidente de Brasil también se refirió a la aprobación de la Propuesta de Enmienda Constitucional en Brasil y destacó el Brics como pilar de la reforma de la gobernanza financiera internacional. Al mismo tiempo, alertó contra la tentación proteccionista, apuntó sobre la necesidad de reformar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para enfrentar al terrorismo y citó el Acuerdo de París sobre el cambio climático y la Agenda 2030, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), como compromisos para los cuales los países del Brics tienen mucho que aportar. Temer sustituyó en la Presidencia a Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), el 31 de agosto, después de más de tres meses como presidente interino. Quien fuera el vicepresidente de la destituida mandataria manifestó en varias ocasiones desde que asumió que su prioridad es sanear la economía de Brasil, inmersa en una gran crisis. Con ese objetivo, anunció diversos recortes y un programa económico más liberal que fue apoyado por el FMI.

El 10 de octubre, el presidente consiguió un primer triunfo para su administración, al aprobarse en la Cámara de Diputados la llamada Propuesta de Enmienda Constitucional, que pone un techo a los gastos del Estado durante los próximos 20 años. La primera economía de América latina cerrará 2016 por segundo año consecutivo con una contracción de más del 3 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), después del boom económico registrado en la década anterior.

Además de poner en marcha un plan de privatizaciones en varios sectores estratégicos, el Ejecutivo de Temer quiere reformar el sistema público de pensiones, al que considera deficitario, y pretende revisar los programas sociales impulsados por los gobiernos del PT de Luiz Inácio Lula da Silva y Rousseff durante los últimos 13 años.

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