Luego de 10 meses de convivencia en el poder, la relación personal y política entre los dos principales gobernantes cordobeses atraviesa su peor momento.

El gobernador Juan Schiaretti (PJ) considera un “ingrato” al intendente capitalino, mientras que Ramón Mestre (UCR) está convencido de que la Provincia se queda con fondos que les corresponden a los municipios.

Aunque en sus declaraciones públicas guardan las formas, se evitan en actos oficiales.

El intendente capitalino no asistió el martes pasado al anuncio de la tarjeta social que implementará la Provincia, pese a que de las 69 mil familias indigentes que beneficiará este plan, 26 mil viven en la ciudad de Córdoba gobernada por el intendente radical.

Tampoco fue al acto de firma de contrato por la obra de cloacas en la Capital que tiene un presupuesto de 3.500 millones de pesos. Será financiado por la Nación y la Provincia.

El último acto que compartieron fue la apertura del Consejo Federal de Seguridad Interior que sesionó en Córdoba.

Para colmo, Mestre llegó 45 minutos tarde a ese encuentro, lo que generó malestar entre los funcionarios provinciales.

Dos semanas atrás, Schiaretti y Mestre mantuvieron una reunión reservada. Parecía que habían sellado la paz. Nada de eso ocurrió.

Las diferencias entre el gobernador y el intendente son económicas y políticas. Mestre lidera el reclamo de los jefes comunales de Cambiemos que aseguran que la Provincia les adeuda 2.058 millones de pesos en concepto de fondos coparticipables no girados.

Desde el Centro Cívico rechazan ese reclamo. Desde el entorno de Schiaretti afirman que los intendentes radicales y macristas son “cautivos” de la estrategia política de Mestre de enfrentarse con el gobernador para crecer como su principal opositor, pensando en la pulseada por el poder provincial, en 2019.

Precisamente, ese es el abismo más importante que separa al gobernador y al intendente capitalino: Schiaretti aspira buscar su reelección y Mestre quiere cortar 20 años de hegemonía del PJ en la provincia.

En el Centro Cívico ayer no ocultaron el malestar por las nuevas declaraciones de Mestre, quien condicionó la entrega de un bono a los empleados municipales, si la Provincia le giraba los fondos coparticipables que le “adeuda” a la Capital.

“No le adeudamos nada. Mestre es un ingrato. Esta gestión le aseguró 56 millones de pesos mensuales para educación y salud, cuando De la Sota, por ejemplo, no le daba ni un peso”, aseguró un funcionario schiarettista.

El gobernador Schiaretti viajó ayer a Roma para participar el próximo domingo de la ceremonia de beatificación del Cura Brochero. En el Vaticano también estará Mestre, quien viajó por su cuenta porque no integra la comitiva oficial.

Todo indica que ni el espíritu del cura gaucho los unirá.

Reclamo

$ 2.058 millones de pesos es el reclamo de los intendentes de Cambiemos, liderados por Mestre, a la Provincia. Son fondos específicos y recursos nacionales que, según los opositores, la Provincia no comparte.