Una relación de poder y celos

Una relación de poder y celos

En el entorno del conductor más taquillero de la televisión analizan distintos motivos para la campaña en su contra: desde el Fútbol hasta la especulación con una futura candidatura presidencial de Tinelli, pasando por la necesidad de disimular el tarifazo.

En el tinellismo no tienen la menor duda: la campaña contra Marcelo Tinelli que se viralizó en las redes sociales bajo el hashtag #TinelliMercenarioK es obra y gracia del Gobierno nacional. La afirmación no se basa únicamente en una simple creencia, a partir de la pésima relación que el conductor televisivo tiene en la actualidad con Mauricio Macri, luego de que éste haya hecho lo imposible para dejarlo afuera de la presidencia de la Asociación de Fútbol Argentino y de la Superliga. En realidad, Tinelli está convencido de que el ataque que viene sufriendo desde hace semanas en las redes sociales es promovido por el Gobierno por las pruebas digitales que recogió del informe que una consultora realizó, a su pedido, sobre el comportamiento del hashtag. “Marcelo sabe no sólo que esa campaña fue motorizada por el Gobierno, sino que tiene pruebas digitales de que salió físicamente del mismo Balcarce 50”, afirmó un allegado muy cercano a Tinelli. Incluso, desde su círculo íntimo cuentan que por estas horas Tinelli está evaluando la posibilidad de hacer algún tipo de demanda judicial por la campaña de la que es objeto.

El informe en el que se basa Tinelli para afirmar que el Gobierno está detrás de la campaña en su contra fue mandado a hacer por él mismo. Le encargó el estudio a una reconocida consultora, que ya había hecho este tipo de trabajos para candidatos que habían sido atacados por una estrategia similar durante la última campaña presidencial. El nombre de la consultora que llevó adelante la investigación de mercado se mantiene en reserva, por temor a que sea objeto de algún tipo de represalia. El informe sobre la actividad del hashtag #TinelliMercenarioK, al que tuvo acceso Página/12, concluye que Tinelli “recibió un ataque sistemático”, por cuentas que tuvieron un “comportamiento robótico, que solo tomaron protagonismo para operar este tema y además no guardan relación, lo que hace imposible que sea parte de algo viral genuino”. Además, los contenidos “responden a un mismo operador” y se “borran luego de las 24 horas de publicado, de forma organizada y sistemática”.

En la mesa chica de Tinelli no creen que el conductor acuda a la Justicia por la campaña en su contra, aún cuando tienen pruebas. De cualquier manera, no lo descartan en caso de que el “ataque” continúe. Ayer, sin ir más lejos, ya se había instalado el hashtag #HoyApagónATinelli. Dicen que el conductor, apenas leyó el informe, “se puso furioso, se enojó mucho”, porque días antes había escuchado al presidente y al ministro de Cultura Pablo Avelluto decir que la imitación de Macri en ShowMatch les parecía divertida. El informe dejaba en claro que la campaña sistematizada, desde cuentas truchas, provenía del Gobierno, con el único objeto de dañar su imagen.

Si efectivamente se comprueba lo que dicen desde el círculo íntimo de Tinelli, que la campaña fue orquestada por el Gobierno y que tienen pruebas de que incluso demuestran que se operaron servidores desde la Casa Rosada, el escándalo sería mayúsculo. Tinelli no duda ni un ápice de que sea así, porque confía en el informe que desmantela el dispositivo tecnológico ¿Las causas de semejante campaña? El conductor no descarta nada: desde que desde el Gobierno quieran “tapar” los problemas económicos y sociales instalando este conflicto, hasta la posibilidad cierta de que vean a Tinelli como el principal opositor, pasando por la idea de que la avanzada contra el conductor sea para hacer mella en el caballito de batalla del Grupo Indalo, cuyos medios son muy críticos a las políticas implementadas por Cambiemos. “Todo es posible porque Macri siempre lo boicoteó a Marcelo ya que considera –y se lo dijo a muchos– que es un rival político a futuro”, deslizó uno de sus allegados del conductor.

La sospecha de que Tinelli estaba siendo objeto de una campaña comenzó cuando hace más de diez días comenzó a viralizarse el hashtag #ChauMarceK y, posteriormente, el de #TinelliAIndagatoria, a raíz de una causa por irregularidades fiscales. La rapidez con la que esos temas se convirtieron en los más comentados en Twitter levantó las primeras sospechas del conductor, que hizo algunas referencias en su programa y hasta publicó un mensaje en la red social. “Se ponen nerviosos. Insultan. Hacen campañas desde cuentas truchas. Amenazan. Pensé que eran diferentes”, tuiteó el conductor el 12 de julio pasado. Las críticas explícitas de Tinelli al Gobierno por el andar económico del país, sumada a la imitación de Freddy Villarreal de Macri, habrían sido el germen de aquella primera avanzada tuitera.

La controversia por las imitaciones a políticos no es nueva. Desde que ShowMatch comenzó a realizarlas, primero inorgánicamente y luego a través del “Gran cuñado”, las parodias a diferentes funcionarios y dirigentes estuvieron en boca de todos. De los televidentes, pero también de la dirigencia política. Al fin de cuentas, Tinelli es la máxima figura televisiva de la TV argentina, la que más audiencia cosecha desde hace más de un cuarto de siglo y la que por su popularidad mayor influencia tiene entre los televidentes/ciudadanos. Nadie puede seguir sosteniendo que Tinelli es apenas un animador. Es mucho más que eso: es un factor de poder comunicacional único en el país. Aún con sus fuertes detractores por los valores que pone en pantalla, su vigencia en la televisión lo posicionan como una figura influyente. No por nada la dirigencia política lo busca para tenerlo cerca, a la vez que le temen por su alto poder de fuego mediático. La guerra ya es pública. Aunque ayer, el conductor Jorge Rial anunció un posible encuentro mañana entre los dos contendientes.

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