Comenzó a funcionar hace poco más de un mes el refugio Mburucuyá para víctimas de violencia de género y trata de personas, espacio que depende del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, y que fue construido específicamente para tratar la problemática por la que miles de mujeres pasan muchas veces en forma anónima hasta que deciden hacer la denuncia o son rescatadas en el caso de la esclavitud sexual.

Hasta el momento hay una mujer viviendo en ese espacio junto a sus hijos.

El ministro del área, Lisandro Benmaor, precisó que el espacio “fue construido y pensado exclusivamente para ese trabajo de contención psicológica, física”, para que las mujeres puedan volver a sus vidas habituales y se reinserten en el mercado laboral ya que en la mayoría de las veces en el caso de violencia de género, ellas dependen econonómicamente de sus parejas lo que representa un impedimento a la hora de hacer la denuncia por la imposibilidad de contar con ese dinero para mantener a sus hijos, lo que se denomina violencia económica.

“Queremos que estas políticas de Estado trasciendan esta gestión  y den respuestas categóricas a nuestra sociedad”.

Describió que el refugio estará a cargo de un grupo de especialistas y expertos, un equipo interdisciplinario que asistirá a las mujeres quienes vivirán en ese lugar inclusive junto a sus hijos.

Está ubicado en Posadas y tiene capacidad para 16 personas, “la idea es que lo antes posible puedan retomar su vida habitual, yo quiero subrayar que el equipo que trabajará es admirable y especialista”, dijo e informó que el viernes de la semana pasada un grupo del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación llegó para interiorizarse del trabajo que se realiza en Misiones, oportunidad en la que se le planteó la necesidad de contar con recursos para que las mujeres que logran superar la etapa de shock inicial sean capacitadas y puedan trabajar.

JM