Para cerrar el inédito conflicto acontecido en torno a las designaciones en la Defensoría del Pueblo, el Concejo Deliberante sancionó este jueves una ordenanza para modificar la estructura del organismo y convertirlo en un cuerpo colegiado. Esto significa que ya no habrá un titular y dos adjuntos, sino que los tres funcionarios electos tendrán la misma jerarquía.

Sólo el oficialismo votó favorablemente los cambios, ya que ninguna bancada opositora se inclinó por el acompañamiento, aunque Hernán Alcolea optó por la abstención.

Los tres defensores, Fernando Rizzi, Fernando Cuesta y Walter Rodríguez, asumirán en sesión especial entre el lunes y martes de la semana entrante.

Bien entrada la tarde -la sesión convocada para las 10 comenzó recién a las 14.50-, el presidente del bloque oficialista y autor del proyecto de modificación, Diego Monti, abrió el debate.

El concejal admitió que el asunto de la titularidad de la Defensoría, que derivó en problema, fue una “situación coyuntural” que abrió la posibilidad de discutir una “nueva forma de institucionalidad” para el organismo.

Luego, Monti hizo un revisionismo histórico que abarcó desde la creación de la Defensoría, en 1991, y los debates que se dieron en este marco de la composición del Concejo Deliberante de ese momento, hasta la aplicación de la ordenanza en cuestión, 11 años después.

Según reflejó el edil, a principios de los 90 y a pocos días de la asunción del exintendente Mario Russak, la norma fue impulsada por el radicalismo acompañado por el socialismo y sancionada por mayoría, “sin consenso”.

Acto seguido, el titular de la bancada oficialista recordó que la Defensoría no se conformó en la práctica hasta el año 2002, a instancia del actual jefe comunal Gustavo Pulti, en aquel entonces al frente del Concejo Deliberante.

De acuerdo a Monti, las modificaciones a la ordenanza original le otorga la “misma jerarquía y voz” a todos sus integrantes, por lo que estimó que se desarrollará un “trabajo mucho más enriquecedor”.

Al finalizar, mencionó el informe de la Procuración municipal que contiene el expediente, el cual indica que “ningún defensor ni organización verá afectados sus derechos”, dado que “todos pasarán a ser titulares”, lo que en definitiva significaría un “incremento de derechos y no un cercenamiento de los mismos”.

CRÍTICAS OPOSITORAS

La primera gran preocupación del presidente del bloque radical, Nicolás Maiorano, fue que conste en actas la risa que le causó la argumentación del bloque oficialista. Así, pronunció las sílabas “jajaja” para que quede asentado en la desgrabación, para luego recalcar su falta de entendimiento por el orgullo de Monti respecto del proyecto de ordenanza en tratamiento.

En esta línea, el concejal anunció que no iba a analizar la cuestión de fondo debido a que se trataba de “un conjunto de incoherencias y cosas que se contradicen”.

Se esperanzó luego, con que “esto se revierta después del 11 de diciembre” (momento en que cambiará la composición del Cuerpo y termine el período de mayoría de AM), cuando “nos vamos a tener que reunir con los Defensores para hacer que esto funcione”.

En igual sentido se expresó el edil PRO Hernán Alcolea, aunque al momento de la votación fue partidario de la abstención para “no ser obstáculo” en la conformación de la Defensoría.

El titular del bloque Atlántico, Carlos Arroyo, también hizo un revisionismo histórico, pero de la historia francesa, romana y argentina, para concluir que “los triunviratos nunca funcionaron”.

Tampoco el kirchnerismo fue de la partida y rechazó tanto las modificaciones a la ordenanza como los argumentos del oficialismo para incurrir en las mismas.

En definitiva, a dos meses de las elecciones que determinaron los cargos para Rizzi, Cuesta y Rodríguez, la ordenanza fue modificada para que los tres tengan el mismo rango. Asumirán formalmente entre el lunes y el martes próximo, cuando se convoque a una nueva sesión especial para tal fin.