Reforma Tributaria: los Diputados se tomarán su tiempo para el debate

A 10 días de la aprobación por parte de los senadores del proyecto de Reforma Tributaria (modificada por el bloque del PJ, en desmedro del texto original del Ejecutivo), el debate en la Cámara Baja provincial parece estar bastante lejano. Es que aún hay bastante diferencia entre los diferentes bloques, lo que hace suponer que habrá que esperar un tiempo antes de que llegue al recinto.
Mario Lacava ya manifestó que el incremento en los impuestos será tratado “con responsabilidad y pluralismo” y que el proyecto será analizado por cinco comisiones, además de sentar en una mesa de diálogo a todos los sectores sociales y económicos involucrados. Pero agregó que pedirán al Gobierno que presente “un plan de desendeudamiento y saneamiento fiscal para que los santafesinos sepamos cómo va a gastar mejor los muchos recursos que tiene”.

Por su parte, el representante del Movimiento Evita Gerardo Rico adelantó que no está de acuerdo con lo votado por el Senado, fruto de “un acuerdo entre el socialismo, el radicalismo y los sectores más retrógrados del peronismo".

Alejandra Vucasovich, del bloque Federal, apuntó: “el apuro es de ellos, nosotros tenemos que hablar con todos los sectores" y agregó que "una reforma real debe rever toda la carga impositiva, contemplar incentivos. Hasta ahora, es sólo un aumento de impuestos".

Por su parte, la diputada Rosario Cristiani afirmó hace unos días a LA OPINION que lo aprobado por el Senado le corresponde sólo a esa Cámara, que no hay una postura unificada dentro del partido y que su aprobación no será tan sencilla.

Lo cierto es que con este panorama, la intención de que llegue el proyecto al recinto rápidamente parece sólo una ilusión y una esperanza por parte del Ejecutivo.

Mario Caffaro, de El Litoral, hizo un repaso por la composición de la Cámara Baja: el llamado Frente Santa Fe para Todos tiene 28 de los 50 diputados que integran la Cámara Baja, pero están divididos en 9 sub-bloques. El Frente Progresista tiene 15 integrantes fraccionados en cinco bloques que representan a otras tantas fuerzas políticas. La Unión Pro Federal completa el cuadro con siete miembros, tres de ellos macristas y cuatro peronistas federales, una de las cuales ya aparece desprendida del sector (Miriam Cinalli).

Entre los 28 integrantes de la mayoría, siete representan al kirchnerismo expresado por Agustín Rossi, intendentes y Héctor Cavallero; cinco bajo el nombre de Encuentro Santafesino son conducidos por María Eugenia Bielsa; cuatro integran Producción y Trabajo en línea directa con Alberto Maguid, tres de cada uno están en 100% Santafesino de Oscar Martínez y Santa Fe para Todos de Omar Perotti. Con dos integrantes completan el Movimiento Evita, Santa Fe en Movimiento (Obeid) y la Corriente Peronista Federal.

Este es el mapa sobre el cual debe discutirse cualquier proyecto en Diputados y que es mucho más dificultoso al momento de hablarse de recursos. Infructuosos fueron los intentos de varios diputados de acercarse a los senadores para buscar un principio de acuerdo, previo a la votación en la Cámara Alta. También fracasó el intento de la nueva conducción provincial del PJ ante los senadores. Ahora un grupo de intendentes y el secretario de Transportes de la Nación, Alejandro Ramos, pidieron acelerar el tratamiento del tema, el pasado viernes. El funcionario nacional viajó con un mensaje conciliatorio del Gobierno nacional que ahora promete atender los reclamos de las provincias. En la semana que pasó, con fondos de ANSeS, la Nación le dio un respiro a la provincia de Buenos Aires, mientras que Santa Fe y Córdoba reclaman desde ese año que ese organismo les gire parte de la millonaria deuda que tiene con los sistemas previsionales provinciales.

Lo cierto es que dentro del propio peronismo parecen abrirse dos corrientes: una, más dispuesta a ayudar a los intendentes y presidentes comunales a que reciban mayores fondos y, por lo tanto, aprobar rápidamente este o cualquier otro proyecto que mejore las economías locales. Por otro lado, hay otros que vislumbran que el mejor juego político es ahogar al socialismo en este juego de negociaciones permanentes, pero arriesgando en la situación comunal.

¿Qué pasará con el proyecto? ¿Se aprobará tal cual lo hiciera Senadores? ¿Sufrirá cambios y se necesitará volver a negociar con los de la Cámara Alta? Hoy por hoy, parece muy difícil conseguir una respuesta adecuada a esas preguntas.

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