La transición política que viven la Argentina y Salta comienza a tener repercusión a nivel institucional. Las principales figuras buscan un punto de coincidencia que, necesariamente, deberá traducirse en bocanadas de transparencia, con reforma política y cambios en la Constitución.

Algo de esto anticipó en su discurso del sábado el gobernador Juan Manuel Urtubey, cuando propuso "fortalecer las instituciones de la democracia y el sistema republicano", garantizar la plena independencia de la Justicia, dotar de transparencia al Consejo de la Magistratura y consolidar la Auditoría. El mandatario hizo referencia de ese modo a un extenso diálogo que se inició hace un año, cuando recibió en la Casa de Gobierno al senador Juan Carlos Romero, con quien dialogaron en torno del Consenso de Cambios para el Progreso de Salta, celebrado en 2014 y que contiene lineamientos para una reforma política sustancial.

Esa reforma incluiría el límite a las reelecciones de gobernador, intendentes y legisladores provinciales, y la ampliación de los mandatos de los concejales a cuatro años. También se propone la revisión del sistema de elección de los senadores; hoy, con una banca por departamento no hay representación de las minorías y es inaplicable la ley de paridad de género por la cual las listas deben incluir igual número de varones o de mujeres.

Según dos de los protagonistas de estas deliberaciones, los 33 años de democracia "obligan a hacer un balance y ese balance enseña que la democracia, sin recambio, termina esclerotizando la política".

La propuesta de reformar la Constitución ya había sido planteada en un proyecto de Gustavo Sáenz, cuando era senador por la capital. Hace pocas semanas fue apoyada en un documento por los concejales de toda la provincia reunidos en el Centro de Convenciones.

En estos días, el bloque de diputados del Partido Justicialista presentó su proyecto de reforma constitucional, de alcance más modesto, para modificar siete artículos. La bancada que encabeza Pedro Sández propone establecer por ley que el 40% del presupuesto sea asignado a Educación y el 25%, a salud pública. Curiosamente, extiende el mandato de gobernador de cuatro a cinco años, pero admite una sola reelección. El proyecto, cuyo texto se atribuye el diputado Manuel Godoy, apunta a evitar que las elecciones para el Ejecutivo provincial coincidan con las del resto de los cargos electivos. Sería una verdadera originalidad, gracias a la cual los salteños tendrían elecciones tres años consecutivos.

Otra reforma incluida en el proyecto es la inamovilidad de los ministros de la Corte de Justicia, aunque una vez cumplidos 75 años de edad, para seguir en el cargo necesitarán un nuevo acuerdo.

De todos modos, una reforma constitucional no se decide entre dos personas -en este caso, Sández y Godoy, ni la hace un bloque parlamentario-. Este año, por lo pronto, parece inminente el lanzamiento de un diálogo político formal para ir definiendo reformas con objetivos precisos y espíritu claro. "No se trata de condicionar a los futuros gobiernos sino de insuflar oxígeno a las instituciones", reflexionó una fuente cercana a las tratativas.