Tres internas lideraron una revuelta en la cárcel de mujeres de El Borbollón, sin toma de rehenes. Solicitaron beneficios judiciales y mejoras en la atención que reciben dentro del penal. Una vez reducidas por un Grupo Especial de Seguridad, sus familiares arrojaron piedras a la policía.

Cerca de 100 personas quemaban cubiertas y habían cortado la ruta de ingreso a El Borbollón. Una vez que estos supieron que las internas amotinadas fueron reducidas, protagonizaron incidentes. Los uniformados debieron disparar balazos al aire para disuadir a los agresores, que arrojaban piedras a los efectivos.

"Tres internas se han subido al techo de la capilla de la Unidad 3. El resto de la población se encuentra tranquilas y en sus celdas", aseguró cerca de las 20 el director del Servicio Penitenciario, Sebastián Sarmiento, a través de Twitter. Las mismas habían incendiado un pabellón y trepado hasta el techo de la capilla.

A las 21.10, envió un nuevo tuit en el que informaba que el conflicto había sido controlado. "Ya se logró reducir a las tres internas", escribió.

Una de las mujeres que protagonizan la revuelta fue identificada como María Lourdes Riquelme, y es la hermana del interno Emilio Godoy Riquelme, que hace unos días tomó de rehén a dos penitenciarios en Almafuerte y fue trasladado a Córdoba. Las otras dos mujeres que llevaron a cabo el motín fueron Melisa Gisel Gatica y Noelia Micaela Meilán.

En un principio, las rebeldes pedían ser trasladadas y gozar de prisión domiciliaria. "Quieren que la justicia les otorgue prisión domiciliaria o un traslado a un régimen abierto. Ya comenzaron las negociaciones y el resto de la unidad está tranquila", se difundió en un comunicado oficial.

Más tarde, las internas también exigirían mejoras en la asistencia médica y en la atención que reciben.