Reducirá el BID su asistencia crediticia al país en 2014

Reducirá el BID su asistencia crediticia al país en 2014
La decisión del organismo complica a la Argentina en momentos en que necesita dólares
Después de años de darle la espalda a la comunidad internacional, la necesidad de divisas hizo que el Gobierno empezara a esforzarse por mejorar su relación con los organismos internacionales de crédito. Sin embargo, la política que viene aplicando hasta ahora con los bonistas que no entraron en los canjes de deuda y reclaman en la justicia por la deuda en default, entre otros temas, podría obstaculizarle su objetivo.

Según confirmaron varias fuentes a LA NACION, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), uno de los pocos organismos que todavía mantienen un programa de créditos vigente con el país, ya comunicó informalmente al Ministerio de Economía que está revisando a la baja su cuota de préstamos para la Argentina en 2014. Eso significa que, en un momento en el que las divisas escasean, el Gobierno deberá contentarse el año próximo con menos dólares del BID.

"El plan de financiamiento del BID para 2014 está todavía en una etapa de análisis. Pero las dificultades de la Argentina impiden plantear un programa con un monto similar al de este año", admitió una fuente allegada a las negociaciones entre el organismo y la Argentina. Ni del BID ni del Ministerio de Economía quisieron hacer declaraciones sobre el tema, al ser consultados por LA NACION.

La Argentina es hoy uno de los principales deudores del BID. Pero desde que las calificadoras internacionales de riesgo le bajaron la nota a la deuda soberana, en septiembre pasado -por el efecto que podría tener en la capacidad de repago del país el juicio de la deuda en default que se sustancia en Nueva York-, para el banco financiarla se volvió mucho más costoso.

Tanto es así que los últimos dos préstamos para la Argentina que se sometieron a votación del directorio del BID se aprobaron, pero con la objeción de muchos de sus miembros. Fue un crédito por 300 millones de dólares para la "ampliación, rehabilitación y mejora de corredores viales de la región del Norte Grande de la Argentina" (aprobado el 30 de octubre pasado) y otro por igual monto para la mejora del ferrocarril General Roca (votado el 12 de septiembre de este año).

"La Argentina es un cliente muy grande en la cartera del BID. Al tener un riesgo elevado, le castiga al banco la calificación de toda su cartera de América latina", explicó otra fuente que conoce de cerca el funcionamiento de los organismos de crédito. "Es lógico que ahora quieran bajar un poco su exposición", agregó.

Aunque todavía no habría montos definidos, en Economía estarían contemplando que sólo del BID podrían ingresar el año próximo unos US$ 500 millones menos. "Este año, con el BID se manejaba una banda de financiamiento que contemplaba un monto máximo de 1500 millones de dólares y un mínimo de 1200 millones. Se habla de que el próximo año, las bandas serán 1200 millones de dólares de máxima y 900 millones de mínima. Me inclino incluso a pensar que vamos a tener sólo 900 millones", confió la fuente.

En cualquier caso, aclaró, el monto definitivo estará atado al poder de negociación que tenga el país en las próximas semanas, ya que el programa de préstamos para 2014 debería estar listo antes de que termine este año.

De acuerdo con los datos publicados en el sitio de Internet del BID, hasta octubre de 2008 la Argentina había recibido el equivalente al 12,1% del total de desembolsos destinados por el banco a toda América latina y el Caribe. La cifra sólo fue superada por Brasil, que se llevó en el mismo período el equivalente al 16,6% de los créditos del organismo internacional.

La reducción de la línea de crédito con el BID llega en un momento en el que en el Gobierno están intentando recuperar vínculos con otros organismos, como el Banco Mundial y hasta el Fondo Monetario Internacional (FMI), para recibir fondos frescos en los próximos dos años y, de esta forma, contrarrestar el drenaje de divisas en poder del Banco Central. Aun con cepo cambiario en plena vigencia, en lo que va del año el Central ya perdió casi el 25% de sus reservas internacionales.

A comienzos de octubre pasado, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, incluso destrabó en Washington las negociaciones para poder tener un nuevo programa de créditos con el Banco Mundial para los próximos tres años, lo que podría liberarle a lo largo del período unos US$ 3000 millones.

Se trata, en rigor, de la Estrategia de Alianza con el País (CPS, por sus siglas en inglés), que es el programa marco al que están atados todos los proyectos que financia el organismo multilateral, generalmente durante un período presidencial, y que venció hace más de un año y nunca fue renovado.

Por no tener un CPS vigente, desde julio del año pasado la Argentina no recibe nuevos créditos del Banco Mundial, sino que sólo ejecuta los planes que ya habían sido aprobados antes.

Pero en este caso también la aprobación en el directorio del Banco Mundial del nuevo CPS (y la liberación de los fondos) dependerá de que la Argentina haga algunos deberes (ver aparte). El pago por parte del Gobierno de juicios que había perdido en el Ciadi, como se denomina el tribunal arbitral del Banco Mundial, sirvió para abrir la negociación. Para cerrarla, todavía falta hacer buena letra.

Comentá la nota