Recuperadores urbanos del relleno sanitario en situación crítica

Recuperadores urbanos del relleno sanitario en situación crítica

Hace más de un año, los y las cartoneras de Tandil del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE-CTEP) comenzaron una dura batalla a fin de visibilizar su trabajo. 

Este trabajo, silencioso e ignorado por gran parte de la sociedad (y las autoridades municipales) hasta ese entonces, consiste en nada menos que recorrer diariamente las calles de la ciudad recuperando materiales reciclables que son descartados por vecinos, vecinas y comerciantes, cuidando el medio ambiente y limpiando cotidianamente el espacio público. Producto de esta lucha, el MTE-CTEP logró gestionar un espacio físico propio dónde los y las recuperadoras urbanas pueden acopiar y comercializar reciclables. El galpón de la Cooperativa de Recuperadores Urbanos está ubicado en Yrigoyen 1178 y recibe toda clase de materiales, desde papel y cartón hasta aluminio, pasando por distintos tipos de plásticos.

 

La realidad del relleno sanitario

 

Hace ya más de dos meses, nuevamente de la mano del MTE-CTEP, tomó estado público otra cruda realidad. Más de 50 familias logran su sustento diario trabajando en el predio del relleno sanitario en pésimas condiciones laborales. Trabajadores del reciclado que recuperan materiales reciclables, estirando la vida útil del mismo. El reciclaje allí incluye metales, papel y cartón y también plásticos, material que no tenía mercado en Tandil pero ahora es posible recuperar gracias a la Cooperativa. Pero no solo eso, también ropa, muebles, electrodomésticos y, en muchos casos, comida son recuperados día a día.

A raíz del primer encuentro con autoridades municipales y de Usicom, consorcio público-privado que gestiona el relleno sanitario, se logró confeccionar un listado de trabajadores para que puedan ingresar por la puerta principal, sin tener que ocultarse de los empleados del lugar o de la policía. Esto significó un gran avance, ya que este trabajo se hacía históricamente -hay familias que son segunda generación de recuperadores- en la clandestinidad. En una segunda reunión, los recuperadoras presentaron una serie de demandas básicas para mejorar sus condiciones laborales entre las cuales están el acceso a un baño, ropa y elementos de seguridad, esquema de organización que favorezca tanto a operarios de maquinaria como a recuperadores, extensión del horario de entrada, entre otras. Estas demandas iban a tener respuesta en una tercera reunión que hasta el momento no fue otorgada por el municipio.

Al respecto, Daniel Fernández, integrante del MTE-CTEP, comentó que “la situación es realmente alarmante. Si bien nuestros compañeros pueden ingresar con permiso de la empresa, la cantidad de material que están recuperando se redujo muchísimo ya que el playón de descarga de particulares, que habilitaron desde Usicom para que trabajen, recibe una cantidad mínima de materiales. Esto es porque el grueso de los mismos ingresan al relleno a través de los camiones de recolección municipal. Al momento que la empresa habilita a los recuperadores a subir a las pilas donde descargan los camiones para trabajar, la máquina ya apisonó todo y no recuperan prácticamente nada”. Sobre la mesa de negociación entablada con el municipio destacó que “al comienzo del conflicto las autoridades nos recibieron de inmediato y pudimos confeccionar el listado para que ingresen al relleno, pero desde ahí no logramos mayores avances. El playón de descarga habilitado por Usicom es importante, pero hoy solo puede ser algo complementario. La recuperación de materiales en el relleno no es viable si nuestros compañeros y compañeras no acceden a los materiales que descargan los camiones”.

 

La continuidad del conflicto

 

Sobre las propuestas realizadas, Fernández aseguro que “estamos en una primera etapa, pensando cómo solucionar cuestiones demasiado elementales como acceso a sanitarios, ropa y elementos de seguridad, esquemas de organización que permitan que tanto nuestros compañeros cómo los operarios del relleno trabajen de manera tranquila y segura. Hace tres semanas que nos deberíamos haber encontrado nuevamente para seguir avanzando pero al día de hoy no estamos teniendo respuesta de las autoridades. A esto se suma que el nivel de trabajo disminuyó desde que se habilitó el playón. No se puede exigir paciencia a quienes pelean día a día por subsistir, mucho menos en este contexto de crisis económica. Para los trabajadoras del relleno un día flojo de laburo significa un día sin comer. Es insostenible”. Finalmente, aseguró que “desde el MTE estamos todos los días pensando cómo mejorar las condiciones laborales de los recuperadores urbanos. Si bien la situación en el relleno sanitario hoy es lamentable, el nivel de organización cartonera en Tandil hace posible pensar un sistema de reciclaje con inclusión social que pueda contener a los y las trabajadoras del relleno, que aumente la cantidad y calidad de reciclables recuperados y que, fundamentalmente, mejore sus condiciones de vida. Necesitamos esta reunión para poder seguir avanzando en este sentido”.

Comentá la nota