La escena, que se repite cada tanto, lleva a que personas ajenas al barrio utilicen el lugar como basurero e incrementen la cantidad de residuos que se va acumulando en la estructura de hierro. Desde botellas plásticas hasta papeles y desperdicios forman parte del contenedor de Alsina entre Marconi y Garibaldi que ni sus dueños ni el personal del área de Servicios limpian.