Recolección de residuos: Esur seguirá hasta julio próximo mientras se llama a licitación el nuevo servicio

Recolección de residuos: Esur seguirá hasta julio próximo mientras se llama a licitación el nuevo servicio

Además del Presupuesto y del aumento de tasas, el otro tema de importancia que se trató este miércoles en el Concejo Deliberante fue el pliego de licitación para la recolección de residuos. El proyecto enviado por el oficialismo que planea una modernización del sistema y una división de la ciudad en dos zonas fue aprobado por 15 votos a favor y 9 en contra. Afuera del Palacio, cientos de cartoneros y cooperativistas realizaron una protesta reclamando que se los incluya para la recolección y tratamiento de los residuos secos.

Antes de tratar el pliego de licitación, el Concejo Deliberante aprobó una nueva adenda del contrato con Esur para que la empresa continúe recolectando los residuos urbanos hasta julio del 2018, fecha en la que ya debería haberse licitado el servicio.

Claudio Frangul (UCR – Cambiemos) defendió el nuevo pliego que fue tratado este miércoles en el recinto. “El oficialismo y oposición veníamos reclamando un nuevo sistema de recolección de residuos y un nuevo paradigma y tras largos debates en las comisiones de Medio Ambiente, Legislación y Hacienda, en los que participaron los secretarios respectivos de cada área, llegamos este proyecto de ordenanza de pliego de convocatoria”.

“Se debatió y se agregaron cambios pedidos por la oposición y que claramente han enriquecido el proyecto”, aseguró Frangul que recordó que el último pliego de licitación de este servicio se trató en el recinto en el 2001 y continuó: “Se agregaron ciertos controles, la empresa deberá tener un local y un 0800 de atención a los vecinos, se garantizó la continuidad de todo el personal y la contenerización deberá crecer un 25% cada dos años”.

Las grandes modificaciones de este pliego son la mutación progresiva del servicio desde el sistema “puerta a puerta” actual a uno con contenedores, como en las principales urbes del país. El otro cambio es que se establecen dos zonas, la ‘A’ que incluye el Casco Urbano y Zona Norte y la “B” que contiene al Sur y al Oeste.

Las primeras críticas fueron vertidas por Lorena Riesgo (FpV –PJ) que aseguró que no son claros los criterios tomados para la división de la ciudad en dos áreas de recolección y además criticó que “no se haya podido considerar la situación de las cooperativas y los recicladores urbanos”.

Afuera del Palacio Municipal, cientos de cartoneros con sus caballos realizaron una protesta para pedir ser incluidos en el nuevo sistema. La Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR) pide que se avance hacia un sistema inclusivo de reciclado en el que los residuos secos queden para los carreros, tal como sucede en Capital Federal.

Por su parte, Guillermo Cara (FPV – Nacional y Popular) consideró que pos las condiciones puestas a las empresas para poder presentarse parece “un pliego a medida para la continuidad de Esur”. El concejal además criticó que el pliego no obliga a que el servicio en cada una de las dos zonas de recolección sea prestado por empresas diferentes por lo que “una sola firma puede quedarse con ambas”.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Gastón Crespo, destacó que se logró sumar una “Comisión de Seguimiento de la ordenanza de Residuos sólidos urbanos” y que quedó “un lugar muy amplio” para que las cooperativas y los recicladores sean incorporados al sistema.

En tanto, José Arteaga consideró: “Quedamos con el desafío de mejorar uno de los servicios más importantes de la ciudad. Garantizamos la característica laboral y haber tomado aportes más que valiosos en los tratamientos de puntos verdes y reciclados. Queda lo más difícil, el llamado a licitación, el seguimiento de la Comisión evaluadora y queda para el próximo cuerpo la convalidación del mismo”.

Por último, la concejal de Cambiemos Florencia Rollié adelantó su voto en contra del proyecto del Ejecutivo por considerar que “del pliego nos surge la voluntad de evolucionar hacia un sistema moderno”, la falta de “mecanismos de transparencia en la adjudicación” y la falta de un “precio testigo o valor de licitación”.

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