Reclamo empresario por las alícuotas de ingresos brutos

Un informe del Consejo Empresario Mendocino (CEM) revela que son las más altas entre las provincias de Cuyo y que, para la industria, es más cara que en Buenos Aires y Córdoba.

Las finanzas, y sobre todo el manejo de ellas por parte del Gobierno de Francisco Pérez, siguen en el ojo de la tormenta y promete ser uno de los temas del verano mendocino al menos para los empresarios locales. Un informe del Consejo Empresario Mendocino sobre el impacto del impuesto a los Ingresos Brutos a partir de la suba de la alícuota, además de convertirlo en la segunda fuente de ingresos para la Provincia, advierte que puede ser un factor que aleje inversiones e incluso las relocalice en San Juan, San Luis, Córdoba o Buenos Aires, donde la tasa es inferior.

“Es un impuesto de fácil recaudación pero nocivo para la economía que incide en consumidores y empresas, afectando negativamente la competitividad de sectores productivos, el nivel y el ritmo de actividad económica, y la inversión”, advierte el estudio del CEM respecto al tributo que ya es el primero para la recaudación provincial (58% del total en 2013), por encima de los impuestos patrimoniales y de las regalías, y cuya alícuota aumentó desde 2012.

“Casi todos los sectores sufrieron aumentos, salvo electricidad, gas y agua. La alícuota aumentó sustantivamente también por la eliminación de exenciones, que fueron reducidas por alícuotas reducidas en casi todos los rubros”, remarca el informe, que enumera las alícuotas que más crecieron: Explotación de minas y canteras, desde el 0,9% al 5,0%; Agricultura, de 0,9% al 2,0%; Manufacturas, que se duplicó hasta llegar al 3%; Comunicaciones, desde el 3% al 6%; Seguros, desde el 3 al 5% y Servicios Financieros, de 4 al 6%. Y señala que alícuotas generales en otras actividades subieron 33%, hasta el 4,0%, con la contracara del agro, que aún mantiene el beneficio de la tasa 0.

Pero uno de los aspectos que disparó un contrapunto con el Ministerio de Hacienda fue la modalidad de alícuotas incrementales a partir de facturaciones superiores a los $ 15 millones. Algo que para el CEM desnuda asimetrías frente a otras provincias que “puede afectar la localización de inversiones o provocar” reubicaciones de una empresa, “hacia otra de menor costo fiscal”, indica el estudio de los empresarios.

Comparaciones ¿odiosas?

Un paralelismo a nivel de Cuyo y con otras provincias arroja que, además de ser la única que no otorga exenciones a industrias de menor facturación, Mendoza resultó ser la provincia con alícuota general y efectiva más alta entre las de Cuyo, y también está por encima de Córdoba y Buenos Aires para este sector productivo. Un ejemplo: para una empresa que factura $ 50 millones en Mendoza la alícuota es del 2%, en San Juan y San Luis 0% y del 0,5% en Buenos Aires y Córdoba.

A modo de conclusión, el análisis hace hincapié en que “no hay margen para nuevos aumentos. Se deben encontrar nuevas formas de equilibrar las cuentas fiscales provinciales, tratando de morigerar los incrementos en el gasto haciéndolo más eficiente y buscar fondos de origen nacional”.

La respuesta del ministro Costa no se hizo esperar. Tildó al estudio de “sesgado”, por ser sus responsables “empresarios que no quieren pagar impuestos, y no entienden que una sociedad funciona con recaudación”. Si bien no discutió las diferencias de esquema impositivo dentro de Cuyo, para Costa la alícuota es de sólo 1%, “y no va a decidir a una empresa a quedarse o no, más allá del potencial que tiene Mendoza”.

A su turno, el presidente del Consejo Empresario Mendocino, Leonardo Andreu, encendió el contrapunto. “Es lógico que el ministro diga eso, pero todo se basa en datos objetivos analizados de la ley impositiva de Mendoza, de hecho nada se ha refutado”.

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