UCR-PRO: una receta con condimentos que no todos digieren

UCR-PRO: una receta con condimentos que no todos digieren

La decisión de la Convención Nacional de la UCR de aliarse con el PRO ya comenzó a generar internas en Mar del Plata. Baragiola quiere ser la candidata única, pero no todos avalan ese plan.

Una mujer en uno de los canales de cocina que se ven por el cincuentipico del cable hace unas tortas impresionantes. Elige una forma, hace los moldes y se preocupa hasta el más mínimo detalle para sea una copia exacta de una muñeca, un zapato, un animal o lo que sea, en base a bizcochuelo, chocolate, dulce de leche y mazapán. Obviamente, comienza todo el proceso con una masa etérea que hace imposible imaginar que eso le dará vida a un producto que deslumbrará. El acuerdo entre la UCR y el PRO en Mar del Plata, hoy, es esa masa etérea.

La Convención Nacional del radicalismo eligió la propuesta del presidente del partido Ernesto Sanz. Él será el precandidato a presidente y competirá en las Paso con Mauricio Macri y –probablemente- con Elisa Carrió, la representante de la Coalición Cívica. ¿Cómo se trasladará esta estrategia a Mar del Plata? De acuerdo a quien se le pregunte la respuesta cambia.

Apenas pasaron unas horas desde que la UCR eligió ese camino. Organizar esta alianza no será una tarea sencilla y seguramente dejará heridas abiertas. De hecho, ya hay algunos que parecen no digerir la idea. Este miércoles, Julio Cobos estimó difícil que los radicales voten a Macri. Y a medida que esto se derrame en provincias y municipios las complejidades aumentarán.

Mar del Plata tiene, tal vez, una mínima ventaja. Los cuatro convencionales de la UCR (Vilma Baragiola, Daniel Katz, Carlos Martín y Gustavo Serebrinsky) apoyaron el plan Sanz. Sin embargo, esto no significa que no habrá nubarrones de aquí a junio, cuando se cierren las listas.

Más allá de las formalidades, la lectura del acuerdo es que el radicalismo le aportará la estructura nacional a Macri para que sea candidato a presidente. Aunque Sanz se postule en las Paso, hoy no tiene la más mínima chance de vencer al jefe de Gobierno de la ciudad. Así lo marcan todas las encuestas.

En Mar del Plata el PRO arrastra dificultades para hacerse fuerte. La apuesta por Eduardo “Lalo” Ramos se estrelló en el mismo momento que el excampeón de TC bajó borracho de su auto, tras protagonizar un choque en la ruta 226. En algún momento sondearon al fiscal Juan Manuel Pettigiani, uno de los que el 18F marchó al frente de la multitud en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, no se pusieron de acuerdo y el fiscal comenzó a trabajar junto a Javier Faroni en el massismo.

Con perfil bajo, Juan Aicega se fue afirmando como referente del Pro en la ciudad. Se ganó la confianza de los principales armadores del partido y en la última vista del jefe de Gobierno porteño se mostró a su lado. Pero le falta algo clave: votos. 

Esos votos son los que hoy tiene Vilma Baragiola, que sueña con ser la Macri del acuerdo local. La apuesta de la expresidenta del Concejo Deliberante es que el Pro, el radicalismo y los sectores que pudiesen incorporarse confluyan detrás de su candidatura. “La idea es que en los lugares donde hay un candidato fuerte todos lo apoyen y no haya interna”, deslizó un operador de Vilma. Mar del Plata sería uno de esos lugares.

Aicega avala esa idea. Ya mantuvo algunas reuniones con Baragiola para avanzar en la construcción de esta alianza con ella a la cabeza. Esto implica que la persona que más votos tiene en el radicalismo y el hombre que eligió Macri para coordinar sus equipos de trabajo en Mar del Plata tienen la misma idea en mente. ¿Todo resuelto? Nada resuelto.

Por caso, los radicales todavía no descartan que Emiliano Giri se sume, aunque para algunos sectores del macrismo esta posibilidad sea lejana. “Nosotros queremos sumar a la mayor cantidad de gente y fortalecer el espacio. No nos importan los problemas que tengan Aicega y Giri”, añadieron los baragiolistas. En el entorno del excandidato del denarvaísmo sostienen que él está trabajando en el Pro y aspira a ser candidato de cara a las Paso.

Baragiola no solo tiene que generar empatía con los partidos no radicales que conformarán este frente. Puertas adentro de la UCR también tendrá ruido. “Yo no me bajo. Voy hasta el final”, avisó Gustavo “Tato” Serebrinsky. El exdiputado nacional ya se enfrentó en las últimas elecciones a la concejal radical –fue vapuleado- y está decidido a volver darle batalla. “¿A quién va a llevar de candidato a presidente?”, chicaneó “Tato”.

Es que si Baragiola logra ser la única candidata en General Pueyrredon podría ir en la lista de Sanz y Macri. Pero ¿qué pasa si no es la única? En una elección tan nacionalizada como será la de 2015 no da lo mismo ir con cualquier candidato. Si Baragiola acompaña en agosto a Sanz y otro candidato –quien sea- va con Macri la exsecretaria de Desarrollo Social resignará una buena cantidad de votos. Y si hay algo que ningún político quiere regalar son votos. Por eso, Vilma hará gestiones hasta último momento para ser la única.

Más allá de esto, ninguno de los mencionados tiene, hoy, posibilidades concretas de disputarle la candidatura de octubre a Baragiola. Sí rasparla, sí desgastarla, pero no ganarle. Sólo hay un nombre que le genera incertidumbre a la removida presidenta del Concejo: Carlos Fernando Arroyo.

El exZorro Gris está por estos días más cerca del massismo que del PRO. Sin embargo, sus negociaciones con el Frente Renovador comenzaron de la mano de Mónica López, que en la actualidad tiene un pie y medio afuera del armado. De esta manera, algunos dirigentes del macrismo volvieron a posar sus ojos sobre el líder de la Agrupación Atlántica. “De una Paso entre Vilma y Arroyo sale el intendente de Mar del Plata, sin duda”, aventuraron.

Los dos concejales tuvieron charlas en su momento y siempre mantienen un diálogo fluido. Sin embargo, el acuerdo no es sencillo. Cualquiera de los dos que gane esa Primaria sentirá que el paso siguiente al sillón principal de la Comuna es apenas un trámite. Pero el que pierda mirará la coronación desde la tribuna. Y ninguno de los dos quiere asumir semejante riesgo.  

La alianza UCR-PRO ni siquiera empezó a cocinarse. Por ahora, apenas se conocen algunos ingredientes –los principales, es cierto-. Pero falta. Y los condimentos que se pueden incorporar en las próximas semanas, aunque no modifiquen la esencia, le aportarán picante a la receta final. 

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