El servicio de la línea A de subte, que une Plaza de Mayo con el barrio porteño de Flores, se reanudó hoy, tras el paro de 48 horas dispuesto por los empleados en rechazo al reordenamiento de tareas que dispuso la empresa y las sanciones disciplinarias aplicadas a empleados que se negaron a acatar los cambios.

Voceros de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) habían confirmado ayer a la agencia DyN que la medida de fuerza se levantaría a última hora del domingo por lo que el servicio retomaría "en forma normal" hoy, a las 5.

Los metrodelegados repudiaron la decisión de la empresa concesionaria del servicio, Metrovías, de no implementar un "cronograma de emergencia durante el fin de semana, a pesar de haber notificado de la medida de fuerza formalmente el viernes a las 19".

"Les comunicamos por escrito la decisión de parar y aclaramos que no íbamos a poner ningún obstáculo en que la empresa pusiera un cronograma de emergencia a cargo del personal jerárquico habilitado pero no lo hicieron. Creemos, como una práctica perversa de poner de los usuarios en contra de la actividad gremial", señaló el metrodelegado Flavio Baygorria.

El gremialista también manifestó que los voceros de la empresa no respondieron al pedido de reunión de los conductores y guardas para rever las sanciones aplicadas a los trabajadores que rechazaron el reordenamiento de tareas que dispuso la compañía.

Al respecto, enfatizó que "los empresarios no" los "reciben porque deben estar festejando el aumento de subte", al referirse a la decisión del juez en lo contencioso administrativo y tributario de la ciudad de Buenos Aires Pablo Mántaras quien levantó la medida cautelar que tenía suspendido el aumento de la tarifa del subte a 3,50 pesos.

En tanto, desde la empresa argumentaron que la medida de fuerza de la línea que une Plaza de Mayo con la estación San Pedrito era porque algunos trabajadores se niegan a acatar el nuevo cronograma que va a "mejorar los estándares actuales de regularidad del servicio".

En función de eso, Metrovías afirmó mediante un comunicado que "se están aplicando sanciones disciplinarias a guardas y conductores de algunas líneas" que no cumplan con las nuevas medidas dispuestas por la compañía.

Sin embargo, los metrodelegados advirtieron que las nuevas medidas que quiere implementar la compañía pueden poner "en riesgo" la vida de pasajeros y trabajadores y explicaron que los empleados del subte "no" trabajan "a la velocidad que quiere la empresa y eso termina generando un retraso en el esquema".

Voceros de Metrovías rechazaron "categóricamente" estas acusaciones e instaron a los trabajadores a que "cumplan con su responsabilidad y compromiso laboral de no dejar a miles de usuarios sin un servicio tan esencial para la ciudad como es el subte".

La empresa aseguró que "el sistema de señales que regula la circulación de los trenes" de la línea A cuenta "con dispositivos que controlan la velocidad de los trenes y evita que se puedan transgredir las velocidades permitidas".

La huelga dispuesta por la AGTSyP que comenzó el sábado a las 6 y afectó "a 190.000 usuarios" en el fin de semana, según los cálculos que difundió la compañía concesionaria del servicio, Metrovías.