Realizaron una sentada en el Sanatorio Tandil por presunto caso de mala praxis

Realizaron una sentada en el Sanatorio Tandil por presunto caso de mala praxis

Este sábado por la tarde, familiares de José Luis Olivera reclamaron con una sentada frente al nosocomio, por la supuesta mala atención de una profesional médica. Hubo una fuerte presencia policial en el lugar y durante la manifestación, se acercó otra mujer que aseguró haber tenido problemas con la misma doctora.

Mónica Dacosta, habló con este Portal de Noticias, diciendo que “sigue todo igual, reclamando por justicia, el Sanatorio Tandil tiene excelentes médicos y enfermeras, pero a mi esposo le toco una muy mala”, y destacó que “venimos ahora, y lo vamos a seguir haciendo porque no queremos que solo le hagan un tirón de orejas y que queda como si nada hubiera pasado”.

Al preguntarle cómo empezó la historia de José Luis Olivera, su esposo, la mujer explicó que “a él lo operaron acá. Cuando se recuperó, estaba bien, le dieron el alta, pero poco después levantó mucha fiebre, llegó a tener 40 grados y lo trajimos con mi hijo de urgencia, no podía ni hablar", recordó y añadió que "justo estaba de guardia la doctora Lucia García y ella permaneció sentada, ni se levantó para verlo, nos preguntó a qué habíamos ido. Le dije que mi marido tenía mucha fiebre, que estaba recién operado, le miró el brazo, le dijo que tenía flebitis y que al otro día fuera al consultorio privado, me lo lleve a mi casa y le di el medicamento que le recetó”.

Siguió contando que “al otro lo llevé a la clínica a las 9, lo internaron a las 10 y recién a las 3 de la tarde pudo entrar a Terapia. No sé si se hubiese salvado, tenía una gran infección. No se merecía ser atendido como lo atendieron. El problema se le originó cuando estaba internado, le entró por la herida que tenía por donde lo inyectaron, el bichito que le dio fiebre era un virus, no sabemos bien qué, pero lo mató”.

Más adelante, manifestó que “lo saco de acá, ¿una médica cirujana cómo no se va a dar cuenta?, lo operaron porque le tenían que sacar una piedra del riñón. Nadie se merecer ser atendido así, quiero justicia, porque no lo tendrían que haber mandado a la casa y después estuvo mucho tiempo sin ser atendido como correspondía”.

Dacosta adelantó que “los directores del Sanatorio nos dicen que están a disposición, y que tienen que esperar a la justicia, y que la médica no está trabajando. No quiero que siga atendiendo. A mucha gente le pasó, pero nadie dice nada por miedo. Le hicimos una denuncia por mala praxis, a Lucia (García) no le tengo miedo, a nadie, toda persona que este mintiendo se las va a ver con la justicia”.

Le consultamos si había sufrido alguna amenaza teniendo en cuenta como hablaba sobre la profesional, a lo que la dolida mujer dijo que “me inició acciones legales, porque esta ofendida, si hubiese dicho: 'me equivoqué, no pensé que estaba así', no pasaba nada, un error lo puede tener cualquiera, pero esta médica se escondió como una rata”.

Avanzó en su explicación diciendo que “pido justicia, nada más ni nada menos. Estamos acá, de guardia, es la manera. Acá hay mucha gente enferma y no vamos a hacer ruido, porque no corresponde, ni nada raro, no se por qué mandaron tanta policía para custodiarnos”, y destacó que “eso no significa que no sigamos haciendo el reclamo, hasta lo último, aunque sea sola y el día que ella este atendiendo, en la puerta esperando, porque nadie se merece lo que le hicieron a mi marido que lo abandonó”.

Por último, indicó que “presenté todo el 12 de agosto. El 19 hicieron un allanamiento acá y todos los peritajes fueron a La Plata, ahora estamos esperando los resultados. Sé cómo atendió a mi marido, esta profesional es mentirosa, se lo que él pasó. Lo traje en malas condiciones y al otro día murió, sufrió mucho en casa, nadie se merece esto”.

OTRO CASO

Hasta la puerta del Sanatorio Tandil, se acercó adhiriendo a lo que la familia Olivera planteaba, la señora Liliana Lujan Bailac de Leoni, madre de José Horacio Leoni “Panchito”, quién murió hace cuatro años cuando estaba internado en el Hospital Santamarina y era atendido por la misma profesional.

Aseguró la mujer que “Pancho ingresó al Hospital con neumotórax. Lo atendieron dos especialistas, un sábado. El domingo entró de turno esta doctora Lucia García y cuando lo ve decide hacerle un nuevo agujero porque no oscilaba bien. Ingresó muy fuerte, le puso el tubo que no le hacía nada, mi hijo me pedía: 'sacámelo por favor, que me duele demasiado'”.

Añadió que “llamaron los amigos a los médicos, cuando vinieron mi hijo seguía reclamando, estaba atendido en la sala de shock room y no pude hacer nada. Ya pasaron cuatro años. Fui a ver a varios abogados, incluso hasta el intendente, y parece que no funciona ni como intendente ni como médico, se quisieron lavar las manos”.

Completó marcando que “no pude hacer nada, para avanzar con una denuncia por mala praxis, tenían que exhumar el cadáver y teníamos que estar presentes con él padre. Yo ya estaba destruida y la verdad es que si no hubiese nacido mi nieta, que él me la mandó desde el Cielo, hace años que me hubiera tirado en el dique”.

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