Reabrió la escuela de Junín a la que asistía Naira

La institución a la que concurría la joven asesinada por dos compañeras tendrá custodia policial todo el año
Ir a clases ya no será lo mismo en la escuela secundaria N° 5 de esta ciudad. La figura del policía apostado en la puerta y un patruller o de forma permanente en el frente remitirán, inevitablemente, a la noche del 23 de abril en la que Naira Cofreces sufrió la golpiza que le provocó la muerte cinco días después.

En el retorno a clases tras los feriados por el Día del Trabajador y una semana después de la muerte de la alumna de 17 años, el clima en las inmediaciones del establecimiento se vio enrarecido por la presencia policial y las cámaras de televisión. El comentario en torno al crimen de Naira era obligado entre los chicos de los tres turnos.

Dentro de la institución, desfilaron durante todo el día integrantes de equipos de orientación educativa, psicólogos y funcionarios, que continuaron con las charlas y grupos de contención iniciados el miércoles de la semana pasada, cuando se retomaron las clases tras dos días de duelo.

La directora Nancy Iglesias aclaró que ayer la actividad se inició como todos los días y no hubo un minuto de silencio, ya que había sido realizado durante aquella jornada. Iglesias fue quien la semana pasada reveló, en diálogo con el diario local Democracia, que la "pelea comenzó en una bailanta", el sábado anterior a la agresión.

En diálogo con LA NACION, Héctor Delcassé, el subdirector que intervino durante la agresión a Naira, dijo que la jornada de trabajo estaba orientada a "enseñarles a los chicos el valor por la vida" y "a no pelearse por cualquier cosa". El funcionario sostuvo que la custodia permanecerá durante todo el año, con un refuerzo especial en el turno noche. Recordó que una situación parecida les había tocado años atrás cuando por los robos que sufrían a la salida también contaron con un uniformado de consigna.

Un problema recurrente es la poca iluminación con la que cuenta la cuadra donde está la escuela, en Cabrera a igual distancia de las esquinas con Vuelta de Obligado y Chilavert, entre los barrios Ferroviario y Uocra. Tan sólo un farol que cuelga de un cable en medio de la calle alumbra la entrada y las luminarias más cercanas se encuentran recién en las cuadras siguientes, a unos 50 metros de distancia. En medio de esa oscuridad, y a mitad de camino entre la secundaria y la esquina de Vuelta de Obligado, fue donde sufrió la mortal agresión Naira.

Por el crimen de la estudiante, que cursaba el primer año del secundario de adultos nocturno, permanecen detenidas las hermanas Anabela y María Rosa Medero, de 22 y 29 años, y una adolescente de 16, con prisión preventiva. Esta última, junto con la más joven de las Medero, también cursaban primer año, pero en otra división. Las tres están imputadas bajo "homicidio calificado por concurso de premeditación y participación de dos o más personas", aunque en el caso de las mayores la calificación es doble "por la participación de una menor".

Para el fiscal del fuero juvenil José Alvite Galante, la investigación estaría cerrada en ese círculo, aunque el sábado pasado, durante una manifestación por justicia, Ezequiel, hermano de la víctima, dijo que "a Naira le pegaron entre cinco y seis chicas, de un grupo de diez o doce personas que fueron a buscarla"..

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