Raúl Castro aprovecha el buen clima con Obama para pedir por el embargo

Raúl Castro aprovecha el buen clima con Obama para pedir por el embargo

En la primera reunión bilateral en EE.UU. en más de medio siglo, el líder cubano pidió que se debilite el bloqueo con decretos; destacaron la mediación del Papa

Por Rafael Mathus Ruiz

NUEVA YORK.- A sabiendas de las dificultades para levantar el embargo en el contexto político actual de Washington, La Habana quiere aprovechar la buena sintonía con Barack Obama para que alivie aún más las restricciones sobre la isla con su lapicera.

Con Obama en la Casa Blanca y el Congreso bajo el control de los republicanos, Cuba ve, con realismo, pocas probabilidades de terminar ahora con el embargo, aunque sí una oportunidad clara para agujerearlo a través de decretos, algo que ya ha ocurrido, pero no en la escala deseada por La Habana.

En otro encuentro histórico, el presidente de Cuba, Raúl Castro, y Obama se reunieron ayer en las Naciones Unidas (ONU). Fue el primer encuentro entre mandatarios de Cuba y Estados Unidos en suelo norteamericano en más de medio siglo, y la segunda reunión bilateral entre Obama y Castro. La primera había sido en Panamá, en abril, durante la Cumbre de las Américas. Hubo sonrisas, caras relajadas, un apretón de manos para las cámaras y una mención especial al tercer hombre que facilitó el acercamiento: el papa Francisco.

Tras el encuentro, el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, dijo que la normalización de las relaciones estará inconclusa hasta tanto se levante el bloqueo, reiterando las palabras de Castro del día anterior, durante el debate de la 70° Asamblea General de la ONU.

"No habrá normalización con bloqueo, y no habrá progreso sustancial en el proceso de normalización sin cambios sustanciales en la aplicación del bloqueo", dijo Rodríguez Parrilla en una conferencia de prensa.

El canciller cubano sostuvo que los cambios que Obama ha dictado en la aplicación del embargo a través de decretos, como el relajamiento de las restricciones para que los norteamericanos viajen a la isla, "son de valor muy limitado, de alcance y profundidad limitadísimos".

No se quedó ahí: dijo que había una oportunidad de avanzar de manera significativa con Obama, y que había que aprovecharla. "Las facultades ejecutivas del presidente de Estados Unidos son amplísimas. Podría tomar medidas con determinación que modifiquen sustancialmente la aplicación del bloqueo", afirmó. "No lo ha hecho. Espero que lo haga", insistió ante la prensa.

La Casa Blanca sólo difundió un comunicado muy formal tras la reunión entre ambos mandatarios. Obama, señaló ese comunicado, "enfatizó los cambios regulatorios de Estados Unidos que permitirán que más estadounidenses viajen y hagan negocios con Cuba, a la vez ayudando a mejorar las vidas del pueblo cubano". Obama también reiteró un mensaje que había dejado anteayer en su discurso: el tiempo de vida del embargo dependerá también de lo que haga Cuba.

Obama enfatizó que "las reformas continuas en Cuba incrementarán el impacto de los cambios regulatorios de Estados Unidos", remarcó el comunicado de la Casa Blanca.

El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, reforzó la posición de Washington al reiterar la necesidad de que mejore el respeto a los derechos humanos en la isla.

"El presidente reafirmó nuestro compromiso por ver al gobierno cubano hacer una mejor labor no sólo respetando, sino protegiendo proactivamente, los derechos humanos básicos del pueblo cubano", dijo Earnest.

Del otro lado, se esgrimió el mismo argumento: Rodríguez Parilla dijo que el bloqueo era una violación flagrante del derecho internacional y los derechos humanos.

El fin del embargo no fue la única exigencia cubana. Rodríguez Parrilla insistió en que La Habana espera que Estados Unidos devuelva el área que ahora ocupa con la base de Guantánamo. Con todo, la reunión entre ambos presidentes "se desarrolló en un ambiente respetuoso y constructivo", afirmó.

Cuba volverá a presentar el 27 de octubre su proyecto de resolución en la ONU en contra del embargo, para elevar la presión sobre el Congreso de Estados Unidos. Se desconoce aún qué postura adoptará la Casa Blanca, aunque se comentó aquí, en off the record, que no se descarta una abstención.

Obama ha dicho que el embargo a la isla debe terminar, pero es una decisión que sólo puede tomar el Congreso, que estará bajo el control de los republicanos al menos hasta el año próximo, cuando podría volver a quedar dividido si los demócratas recuperan el Senado.

Para La Habana, el tiempo apremia. La renuncia de John Boehner como presidente de la Cámara de Representantes augura un futuro mucho más áspero en el Capitolio, pues se presume que el ala dura del Partido Republicano tendrá, ahora, una mayor injerencia en los asuntos legislativos. Ninguna de las principales figuras republicanas que pelean por la nominación presidencial se ha mostrado a favor del fin del bloqueo.

Más allá del tire y afloje por el embargo, el canciller cubano dijo que hubo coincidencias en algunos temas, como la lucha contra el terrorismo.

Precisamente, la ofensiva global contra el terrorismo fue el otro gran tema del día en la ONU, y las diferencias entre Rusia y Estados Unidos acerca de la estrategia para afrontar al Estado Islámico volvieron a quedar al descubierto.

Obama, en un cónclave de líderes globales, insistió en que para derrotar al extremismo se requiere derrotar su ideología, algo que no se logrará con armas sino con desarrollo y buenos gobiernos. El premier ruso, Vladimir Putin, ya de regreso en Moscú, presidió una reunión de su Consejo de Seguridad. La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, dijo que a pesar de las diferencias, existía espacio para un posible esfuerzo común para poner fin a la guerra en Siria.

Los deportados podrán volver a Venezuela

Tras una reunión entre el presidente Nicolás Maduro y el secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, al margen de la Asamblea General de la ONU, el gobierno de Venezuela aceptó el regreso de los ciudadanos colombianos deportados durante el pico de la crisis fronteriza desatada hace un mes entre ambos vecinos. 

"La Unasur y el gobierno de Venezuela acordaron que los ciudadanos colombianos deportados durante la crisis fronteriza entre ambos países que deseen regularizar su situación en Venezuela y regresar a ese país lo puedan hacer", indicó el organismo regional en un comunicado. 

Venezuela tiene cerrados desde agosto varios pasos fronterizos, en tanto gran parte de los poblados que limitan con Colombia fueron militarizados y puestos bajo estado de excepción. Las medidas, que según Caracas son para luchar contra el contrabando y la violencia de la zona, dieron lugar a una crisis diplomática. 

Venezuela también ha tenido roces diplomáticos en las últimas semanas con otro vecino del país, Guyana, a la que le reclama la vasta región del Esequibo, rica en oro, bauxita, diamantes y otros recursos naturales.

Del editor: qué significa. Las caras largas del encuentro de ayer con Putin contrastaron con el ánimo distendido con que Obama recibió a Raúl Castro.

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