La UCR ratificó su poder: Foulkes intendente

La UCR ratificó su poder: Foulkes intendente
La capital tendrá gobierno radical hasta el 2015. La concurrencia a las urnas fue baja: sólo un 60%.
El radical José Luis Foulkes venció en la elección de Viedma para completar el mandato del fallecido Jorge Ferreira.

Esa victoria ratifica la continuidad gubernamental, con una derivación interna en el radicalismo.

También, esa mayoría viedmense ratifica su rechazo al Frente para la Victoria, con su derrame crítico a la gestión provincial. Foulkes obtuvo un 49% frente a 43 por ciento del justicialista Mario Sabbatella. No le alcanzó, a pesar del respaldo provincial y nacional.

El socialista Juan José Tealdi, con el Frente Amplio Progresista, sólo superó el 7 por ciento, un porcentaje inferior a la base pretendida por esa alianza para su proyección parlamentaria de octubre.

La concurrencia superó ajustadamente el 60%. Una baja presencia. Este registro dista mucho de las históricas asistencias del 65 al 75%, en las últimas elecciones.

De esta manera, Foulkes finalizará el período de Ferreira, es decir, gobernará el municipio capitalino hasta diciembre del 2015.

La formalidad de la asunción se concretará rápidamente, a fines de marzo o principios de abril. Tendrá dos años y ocho meses para imponer su impronta y su gestión.

La dirigencia provincial del radicalismo exhibía anoche la victoria –principalmente en las redes sociales e incipientes comunicados– como el punto de partida para la reconstrucción del partido, luego de la derrota del 2011 y con miras al 2015.

No obstante esa visión general triunfalista, el resultado consolidó y estremeció cimientos en forma simultánea.

Se ganó y se retuvo el bastión capitalino. Pero, algunos radicales vencieron más que otros.

Los vencedores fueron, puntualmente, los herederos de Ferreira, personalizado por Foulkes, con dos vertientes: el ala bien política, con el legislador Darío Berardi, y el sector técnico, con los secretarios Miguel Cardella y Néstor Olivares, entre otros.

Ciertos beneficios llegan a sus aliados, los exgobernadores Horacio Massaccesi y, en el último tramo, también Miguel Saiz. Ambos son contrincantes ocasionales en sus candidaturas al Senado.

Dañada, en cambio, resultó otra parte de esa dirigencia histórica. Lesiona al senador Pablo Verani pero, especialmente, a Bautista Mendioroz en la permanencia de la conducción legislativa.

En tanto, el PJ viedmense fue nuevamente derrotado. El golpe central recayó en Sabbatella.

No alcanzó su "crecimiento" electoral (28 % del 2011 al actual 43 %), el cual se relativiza aún más frente al fuerte acompañamiento provincial y nacional, que comprendió el respaldo de la presidenta Cristina Fernández.

Todas esas fuerzas aportaron y transformaron en probable lo que era improbable hace tres meses. Pero el triunfo no llegó y sólo queda el fracaso por afrontar. Anoche, en la Unidad Básica, Sabbatella agradeció a la militancia, escoltado por el gobernador Alberto Weretilneck y el senador Miguel Pichetto.

Tampoco faltaron reproches internos. El traspié originó otra avería política en la administración de Weretilneck, porque el electorado evaluó su gestión y porque ahora sumó poder un sector de la UCR que es muy crítico ante el gobierno. Esta multiplicidad de factores en la evaluación electoral volverá a darse en las primarias de agosto y, luego, en la general de octubre cuando Pichetto pretenda su re-reelección en el Senado

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