Randazzo reflota su candidatura luego de la reunión con el Papa

Randazzo reflota su candidatura luego de la reunión con el Papa

Les dice a sus allegados que competirá con Cristina o Scioli. Pero no mide bien y teme "carpetazos".

Florencio Randazzo viajó a Roma a reunirse con el Papa Francisco y retomó los rumores sobre su candidatura para las legislativas de la provincia de Buenos Aires, donde estaría dispuesto a competir en una primaria contra Cristina Kirchner o Daniel Scioli.

Su mayor problema es que las encuestas no lo muestran competitivo: mide entre 5 y 7 puntos, lejos del piso de la ex presidenta, y aún les teme a las denuncias sobre el manejo de fondos durante su gestión.

 

Ayer tuvo un dato: durante la apertura de sesiones ordinarias, Mauricio Macri dijo que con las nuevas licitaciones transparentes y contratación de proveedores "como corresponde" se ahorraron en transporte 32.000 millones de pesos.

 

Quienes frecuentan a Randazzo en su oficina de San Telmo, donde atiende junto a su secretario privado Federico "Manteca" Martínez, dicen que confía en un electorado en "un electorado independiente" que defina la suerte a su favor en las primarias del Frente para la Victoria.

 

"No podemos hablar mal de Cristina, porque formamos parte de su Gobierno. Pero sí marcar diferencias", anticipan.

 

Randazzo se había convertido el año pasado en la esperanza de los intendentes del Grupo Esmeralda, a quienes los unía cierto recelo con la ex presidenta.

 

Pero su demora en definirse los obligó a seguir la agenda de Cristina y proclamar la unidad peronista junto a sus laderos de La Cámpora, interesados en colar concejales y legisladores en las listas.

 

"Estamos cansados de esperar a Randazzo", coincidieron varios de ellos en diciembre, cuando debían definir autoridades del PJ bonaerense y el ex ministro pedía lugares sin aparecer.

 

"Florencio siempre dijo que la mejor forma de diferenciarse era no hablar del Gobierno en su primer año. Y no se mezclará con Fernando Espinoza, porque es ‘lo viejo'", explican en su entorno.

 

Buscó enviar un mensaje antes de la cumbre de Santa Teresita a través de Julián Domínguez, quien ya no oculta que trabaja para quien fuera su rival en la vieja interna de la cuarta sección electoral bonaerense. Ambos se consideran víctimas de un cierre de listas de Cristina en 2015 y ese rencor los entusiasma a enfrentarla, aunque también fantasean con que opte por competir en Santa Cruz.

 

Sin embargo, muchos peronistas son escépticos e insisten en que sólo busca evitar denuncias, que si llegan con la campaña lanzada perderán credibilidad.

 

Recuerdan el caso de Sergio Massa en 2013, sólo que en esa oportunidad el tigrense exhibía encuestas arrolladoras que lo ubicaban como ganador en cualquier escenario.

 

No es el caso de Randazzo, que para seducir a dirigentes deberá mostrarse competitivo en un mano a mano con Cristina o Scioli, porque en el PJ es necesario un piso de votos para intercalar candidatos en las listas. En las últimas se exigió un 25% del total cosechado por el FpV. Un número nada fácil.

El viaje del ex ministro al Vaticano potenció las versiones, porque el sumo pontífice no suele estar ajeno a la dinámica electoral argentina y casi siempre instruye a dirigentes a evitar que, tomen el camino que tomen, impidan que la sangre llegue al río. En un año electoral que ya empezó agitado. 

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