Ragno: “El daño ambiental no ocurrió por los controles”

Ragno: “El daño ambiental no ocurrió por los controles”
La política ambiental implementada por el Estado provincial evitó un desastre.

Hace 10 años se realizaba la primera audiencia pública sobre la problemática de la cuenca Salí-Dulce en la ciudad de Las Termas de Río Hondo, convocada por la Asociación de Defensores del Pueblo de la República Argentina.

Pasó una década y con la posterior llegada del entonces gobernador Gerardo Zamora, se tomó la decisión de encauzar el conflicto ambiental, con la anuencia de la provincia de Tucumán y con la ayuda de la Nación. Las evidencias dan como hecho positivo en 2013 que a pesar de esta importante baja de los niveles de agua disponible en el embalse de Río Hondo, se ha comprobado la disminución importante de los desechos industriales que estacionalmente eran derivados hacia él, produciendo grandes niveles de contaminación, escasez de oxígeno disuelto en el agua y la consecuente mortandad de los peces.

Consultado sobre el tema, el Ing. Jorge Ragno, magíster y especialista en ingeniería ambiental, resaltó a Nuevo Diario que este año “el daño ambiental no ocurrió y ello es fruto de los permanentes controles y monitoreos que se realizan en forma diaria, por parte del equipo conformado por personal de la Defensoría del Pueblo de la Provincia y de la Secretaría del Agua de la Provincia, producto del acuerdo realizado, suscripto por la Nación, la Provincia de Tucumán y la nuestra, en 2011”.

Expresó que en aquella oportunidad, “la problemática se centraba en la contaminación y fue abordaba en profundidad por la comunidad, profesionales expertos, funcionarios y empresas que ofrecían soluciones técnicas. Pero luego de realizarse todos, fueron sorprendidos por una gran sequía que produjo una mortandad de peces, durante el verano 2003-2004”.

Crisis hídrica

“Las problemáticas ambientales cuando no son abordadas en tiempo y forma se trasforman en conflictos y así ocurrió con nuestro embalse de Río Hondo”, postergado por otros gobiernos. A ello, agregó que sin duda alguna, la escasez de agua en la que está sumida la región del NOA, “la podemos asociar con los cambios que debemos producir en la sociedad para adaptarnos al denominado cambio climático, donde en nuestra zona los ejes de la problemática deberían centrarse en la escasez de agua, el uso de energías renovables a través del uso de tecnologías limpias, la deforestación, el avance de la urbanización no planificada y la gestión de los residuos sólidos urbanos”.

Resaltó que arribada la tregua del conflicto de la contaminación del embalse, “pareciera ser que todo da paso a otra problemática, que si no la tratamos a tiempo también podrá transformarse en un conflicto en el futuro. Y es, sin dudas, el escenario probable de la falta de agua”.

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