Radiografía del Senado sin Balestrini

Radiografía del Senado sin Balestrini
El presidente provisorio de la Cámara alta, Federico Scarabino, busca mantener la estructura política pero tiene dificultades para imponerse en su administración
El mapa político del Senado comienza a tomar forma con la presidencia de Federico Scarabino, en reemplazo de Alberto Balestrini, que sigue luchando por su vida en el policlínico San Martín luego de haber sufrido un ACV.

El oficialista Frente para la Victoria PJ tiene 19 de los 46 senadores. Es decir que no tiene la mayoría propia y depende del apoyo opositor para aprobar las leyes, algo que hasta ahora no ha sido un impedimento. Hasta antes del accidente, Balestrini se manejaba con comodidad para imponer las iniciativas del Ejecutivo. Sin embargo, en algunas ocasiones mostró cierto grado de independencia respecto del gobernador Daniel Scioli y también de los Kirchner. Lo demostró cuando planteó la reforma política bonaerense que finalmente fue corregida por los diputados a instancias del propio Néstor Kirchner.

El mentor de esa reforma fue precisamente Scarabino, mano derecha de Balestrini en el Senado y ahora su reemplazante. Del riñón de la renovación peronista de Antonio Cafiero, el senador de Quilmes tiene menos proximidad con el kirchnerismo, pero tendrá un manejo político del Senado similar al que tuvo el matancero. Los números para la votación no se alteran porque Scarabino tiene voto y define en caso de empate.

El actual presidente de la Cámara alta fue intendente de Quilmes, diputado bonaerense y ministro de Producción y de Gobierno en la Provincia. Pero siempre supo mantener el bajo perfil. Ahora quedó al frente del Senado, con un presupuesto de 346 millones de pesos anuales, primero en la línea sucesoria del gobernador y con una estructura administrativa prestada.

El senador que más siente la ausencia de Balestrini en la conducción de la Cámara alta es Jorge Pirozzolo, su hombre de confianza de La Matanza. En la mesa chica del Senado siguen los mismos: el presidente del bloque FpV PJ, Osvaldo Goicoechea, el titular de la comisión de Presupuesto, Patricio García, y Marta Helguero.

La relación de poder en el bloque oficialista se compensa con el grupo de los ultrakirchneristas que responden directamente a la Casa Rosada. Ellos son: Guido Carlotto (hijo de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto), Cristina Fioramonti (esposa del diputado nacional Carlos Kunkel) y Roberto Fernández (reporta al diputado nacional Carlos “Cuto” Moreno).

Hay senadores que tienen peso propio. Es el caso del único sciolista puro y nexo entre el Senado y la Gobernación, Roberto Ravale. También el ex secretario de Hacienda de la Nación y referente de la Sexta Sección Electoral, Carlos Mosse. Los tres oficialistas de la Primera Sección Electoral responden a sus intendentes: Roque Cariglino (a su hermano Jesús Cariglino, de Malvinas Argentinas); María Azucena Ehcosor De Acuña (a su esposo Luis Acuña, de Hurlingham) y Raúl Torres (a Hugo Curto, de Tres de Febrero). Torres va por su quinto mandato consecutivo como senador bonaerense y a él reporta el secretario legislativo de la Cámara alta, Máximo Rodríguez.

Otros senadores oficialistas responden a dirigentes políticos, como Edda Acuña (de José María Díaz Bancalari) y los bahienses Elsa Strizzi (de Dámaso Larraburu) y Santiago Nardelli (de Graciela Ocaña). A pesar de que la ex titular de PAMI se alejó del kirchnerismo, Nardelli está cómodo en el bloque oficialista y seguirá adentro.

Con equilibrio y sin demasiados sobresaltos en lo político, al menos por ahora, la principal dificultad de Scarabino en la presidencia del Senado ha sido imponerse en la estructura administrativa, que sigue en manos de la gente de Balestrini. El quilmeño comenzó por nombrar a su asesor y ex funcionario de Felipe Solá en la Provincia, Guillermo “Toco” González Fernández, como director general administrativo. Su intención era que González Fernández sea el reemplazante de Alberto Mario Suárez en la secretaria administrativa.

Pero González Fernández (ex cuñado de Solá) no tiene chances de escalar posiciones en el Senado. El Toco es muy resistido por su cercanía con el ex gobernador y hoy opositor al kirchnerismo. Aunque cerca de Scarabino lo descartan, entre los legisladores oficialistas creen que con su nombramiento habrá un avance de Solá en la administración del Senado.

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