Radiografía del delito

Radiografía del delito

En el último mapa de la inseguridad elaborado por las asociaciones vecinales, los ilícitos registrados aumentaron 34%. La Comuna 7 -Flores y Parque Chacabuco- es señalada como la más peligrosa de la Ciudad.

Manteros, robo de autopartes, asaltos con armas y arrebatos en la vía publica son algunos de los ingredientes de un cocktail delictivo que asusta a los vecinos de la Comuna 7, que comprende a los barrios de Flores y Parque Chacabuco. Su preocupación tiene sustento. Según el mapa del delito, elaborado por las asociaciones vecinales, la mencionada comuna es la más peligrosa de la Ciudad.

De 31.240 reportes denunciados entre mayo y noviembre de 2014, el 10,32% corresponde a la mencionada comuna, es decir, 3.245 reportes. “Este es el primer mapa en el que la Comuna 8 no encabeza la lista de reportes. Lo que es preocupante es que la 7 de golpe se convirtió en la que mayor reportes registró”, explicó el coordinador del mapa del delito y presidente de la asociación Barrio Recoleta, Nelson Durisotti.

 

Según las asociaciones vecinales, en los últimos seis meses se cometieron 1.885 arrebatos, de los cuales 800 fueron comunes, 960 armados y 125 con agresión física. Además se registraron 356 repor-tes de robo piraña, modalidad de-lictiva en la que se asalta a una persona mientras aguarda en su auto o en la acera; 219 robos a co-mercios; 205 robos a autopartes; 120 lugares de venta clandestina, que se potenció en el último tiempo con la aparición masiva de manteros sobre la extensión de la calle Avellaneda; 60 prostí-bulos; 17 puestos de venta de drogas y 10 entraderas.

No sólo las asociaciones vecinales señalan a dicha zona como una de las más peligrosas. En el informe sobre homicidios dolosos (asesinatos con intención) del Departamento de Investigaciones de la Corte Supre-ma, la comuna representa el 22% del total de los casos judiciales registrados. De 176 investigaciones iniciadas en 2013, 29 corresponden a la Comuna 7.

La cercanía con la villa 1-11-14 es algo a lo que no sólo hacen referencia los vecinos.

Desde hace tiempo que en el asentamiento conviven varias bandas narcos que se disputan el territorio a disparos de armas de fuego.

Prueba de esto fueron las muertes de Rodolfo Martínez Jara, de 52 años; Hugo Herrera, de 43 años; Amado Benítez Fernández, de 47; José López, de 21, y Miño Altagracia Ferreira, de 50, quienes fueron acribillados en el interior de un bar de la villa en 2013.

“Se trata de una zona donde conviven varias bandas narcos que se disputan un terreno de bastante consideración”, contó una calificada fuente judicial.

“Lo que estamos viendo es que cada vez más los vecinos denuncian que los asaltantes están drogados o los roban para drogarse”, afirmó Durisotti.

El problema del narcotráfico en la zona es un tema recurrente. Hace poco se descubrió una banda que utilizaba colectivos de línea urbana para lo que se denominaba “la ruta de la droga”.

“También hay un problema relacionado con lo social. En el territorio de la 1-11-14 no hay una escuela secundaria o una técnica, lo que representaría una salida laboral”, sostuvo Julia Ororbia, una de las integrantes de la asociación Vecinos Autoconvocados de la Comuna 7.

Desde la mencionada asociación denunciaron además el crecimiento de lo que ellos denominan la “zona roja”, que se encuentra en los sectores aledaños a la 1-11-14, en donde prevalece la pugna de poderes entre las bandas narcos.

Además remarcaron la ausencia de los comuneros. “La relación con los comuneros es nula, no existe. Hace poco quisieron hacer dos estacionamientos en pleno Parque Chacabuco”, recordó Ororbia.

No sólo pasa en Flores

En el resto de la Ciudad, el panorama no difiere. “Por primera vez en mucho tiempo notamos la aparición de la violencia física en los delitos, lo que para mí significa que la gen-te se está resistiendo al robo debido a que, por diferentes motivos políticos y económicos, le cuesta cada vez más reponer lo que le sacan”, reflexionó Durisotti.

El primer mapa del delito realizado por distintas asociaciones vecina-les, confeccionado con datos aportados por los vecinos de delitos no denunciados en sede policial, se confeccionó entre el 1 de noviembre de 2012 y el 1 de mayo de 2013, con 7.737 reportes. La primera actuali-zación data desde el 1 de mayo de 2013 al 1 de noviembre de 2013, confeccionado con 16.642 repor-tes. La segunda actualización se realizó entre el 1 de no-viembre de 2013 y el 1 de mayo de 2014, con 23.323 reportes.

Si se lo compara con el anterior, el delito aumentó 34% en seis meses. Y si se hace la misma cuenta pero con el primer mapa, hay un in-cremento del %400 en los casos relevados.

La cantidad de reportes por comuna es la siguiente: Comuna 1, 2.601; Comuna 2, 2.223; Comuna 3, 2.718: Comuna 4, 2.468; Comuna 5, 1.463; Comuna 6, 1.762; Comuna 7, 3.245; Comuna 8, 2.905; Comuna 9, 2.202; Comuna 10; 1.210; Comuna 11, 1.298; Comuna 12, 1.575; Comuna 13, 2.258: Comuna 14, 2.411; y Comuna 15, 1.081.

De todos ellos, el 95% no es denunciado en sede policial. Esto se debe, se-gún las asociaciones, a que muchas víctimas no tienen tiempo para realizar la denuncia o, directamente, confían más en las asociaciones que en las fuerzas de seguridad.

Cada barrio tiene su delito

Las diferentes zonas de la Ciudad también se caracterizan por la predominancia de uno o más tipos de delitos recurrentes.

La Comuna 3, que comprende los barrios de Balvanera y San Cristóbal, se caracteriza por la venta ilegal de mercadería. La Comuna 14 (Palermo), en cambio, es la meca de los arrebatos en la vía pública, como también del robo a comercios. Allí es común escuchar a los dueños de locales gastronómicos hablar sobre “el bautismo”, que es el primer robo que sufre algún nuevo emprendedor de la zona.

La Comuna 2, que es el barrio de Reco-leta, se caracteriza por las entraderas, la existencia de prostíbulos y departamentos privados, y también por el robo a bares y restaurantes. El arrebato en la vía pública con arma de fuego es el delito que más se registra en la Comuna 8, compuesta por Villa Ria-chuelo, Villa Soldati y Villa Lugano.

En las líneas de subterráneo también se registra todo tipo de delitos. Dentro de las más peligrosas se encuentra la estación 9 de Julio, en donde se combinan tres estaciones, y la Pueyrredón, de la línea D.

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