Radicales evitan guerra sin prohibir fotos con Massa

Radicales evitan guerra sin prohibir fotos con Massa

El peligro de complicar la única chance electoral que le quedó este año al radicalismo pudo más en estas 48 horas y la paz comenzó a llegar a la interna. 

 Los bandos en cuestión se reunieron ayer a puertas cerradas y hubo un principio de acuerdo, por lo menos para que el Comité Nacional tenga en cuenta algunas situaciones particulares para ajustar el acuerdo con el PRO y la Coalición Cívica que aprobó la Convención Nacional. Prima la idea que habrá tratamiento caso por caso y la posibilidad de mantener acuerdos cuando sea indispensable para garantizar el triunfo, como en el caso de Jujuy. 

El temor a una ruptura y el timing deErnesto Sanz en atajar personalmente a cada rebelde (por estas horas sólo Gerardo Morales y Luis Naidenoff quedaron en la lista de quienes no se encontraron a solas con Sanz), lograron calmar las aguas incluso antes de que comenzara la reunión que organizaron en la Asociación de Personal Legislativo los dirigentes que piden abrir el acuerdo con el PRO a Sergio Massa.

Ayer Sanz apuró ese juego: se encontró con el chaqueño Ángel Rozas, antes de que comenzara la reunión de los rebeldes radicales. No fue su única tarea: también calmó a dirigentes bonaerenses que les fueron a llevar sus problemas. 

Mientras tanto, en el local de México al 1800 se reunían Morales y Naidenoff, los diputados nacionales José Cano,Eduardo CostaMiguel Bazze y Ricardo Alfonsín

El objetivo de esa reunión fue presionar a la conducción del partido, Sanz, y obligarlo a firmar una resolución aclaratoria sobre la libertad que cada distrito puede tener para cerrar alianzas con otros partidos que no sean el PRO o la Coalición Cívica para listas locales. Detrás de esa exigencia, aparecía también la queja anticipada por las presiones de Sanz para que los radicales hagan lugar en las listas locales para candidatos macristas.

Si bien durante la Convención Nacional de la UCR, que tuvo lugar el pasado 14 de marzo en Gualeguaychú, Sanz había dejado ver que sí se podrían realizar acuerdos más allá del PRO en las provincias, los dirigentes como Morales, Naidenoff, Cano o Costa, que tienen alianzas cerradas con listas múltiples comenzaron a presionar pidiendo precisiones.

Sanz logró calmar esa presión introduciendo una nueva estrategia: el tratamiento de cada problema en particular.

Es cierto que no logró desactivar la reunión de ayer y las protestas, pero dividió el frente prometiendo soluciones a cada uno.

De hecho, el problema con Rozas fue estrictamente una cuestión de la interna chaqueña ya que allí tanto el Comité Nacional como el macrismo apoyan a Aída Ayala como candidata.

Una prueba del armisticio que comenzó a tejerse hace 48 horas fue la definición de Alfonsín sobre el tema: "No quería salir hablar después de la Convención Nacional, para no parecer como una actitud de desacato por la decisión de mi partido, respeto su decisión en el acuerdo con el PRO aunque yo sigo peleando por mis convicciones", dijo ayer.

"Después de 2001, no ha sido posible hasta ahora recomponer nuestra relación con la sociedad", insistió Alfonsín a pesar de que Sanz machaque por estos días con las chances partidarias de ganarle la PASO a Macri.

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